Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Adán
Augusto López Hernández tiene una secretaria de Salud en su gobierno, a Silvia Guillermina Roldán Fernández, una médico cirujano que se
formó en la dependencia, que cuando estuvo fuera fue muy criticona de las políticas públicas aplicadas y el manejo del
sector, y hoy que asume su titularidad tiene la oportunidad de demostrar –según
sus palabras– si de verdad como ronca
duerme.
Conoce como pocos la operatividad de la Secretaría
de la que fue subsecretaria de Servicios de Salud y directora de Programas
Preventivos; hoy que está al frente está consciente que se sacó la rifa del tigre, pues en dos sexenios
consecutivos la dependencia cerró con números
rojos, un saldo que debieron pagar miles y miles de tabasqueños a los
que se dio pésimo servicio médico y… sin que les surtieran las recetas.
No sería aventurado decir que por la mala calidad
de la atención hospitalaria se perdieron muchas vidas en Tabasco.
¿Cómo se encuentra hoy la Secretaría de Salud? ¿Qué
se hará para enderezar el rumbo en el
que es –debe serlo– el sector de mayor prioridad para el gobierno estatal? De
eso habló Silvia Roldán ayer con Emmanuel
Sibilla, en Telerreportaje.
Retomaremos algunos de sus puntos de vista, para adentrarnos a ese monstruo del que dependen cinco nosocomios
regionales de alta especialidad y una red de servicios médicos con presencia en
toda la entidad.
Éste es su diagnóstico:
“La Secretaría de Salud
no tiene cultura de mantenimiento, y eso es gravísimo, porque todo se viene
cayendo, y llega el momento en que ningún aparato sirve, y son estratégicos
para el funcionamiento. Hay que ver los presupuestos de mantenimiento para la
Secretaría que no alcanzan para nada. Los puntos débiles están, por ejemplo, en
el acelerador lineal. El (hospital) Rovirosa es un hospital que, a mediano
plazo, seguramente se tiene que substituir”.
–¿Hubo
desvíos? –le
preguntaron.
“Mire, yo creo que yo fui la que más
tardó en firmar la primera acta (de entrega-recepción); tuvimos que pedir
tiempo, unas dos semanas más. En esto hay un grupo de auditores. Desde luego
que sí hay desviaciones. En el último trimestre del año se tomó dinero que no
se debía de tomar para pagar al personal; eso es gravísimo. Cuando llegue la
auditoría –del Órgano Superior de Fiscalización–, lo va a observar. También hay proveedores a los que no se les pagó. Usted
no puede utilizar dinero de este año para pagar deudas del año anterior”,
le expuso a su entrevistador.
Lamentó que en el
sexenio pasado hayan pasado por la dependencia cuatro secretarios. Y sobre eso,
se preguntó: “¿Cómo poner orden cuando cada quien tiene una idea específica de
lo que va a hacer?”. Consideró, también, ‘grave’ que la Secretaría se
haya politizado.
Hoy –precisó– los nosocomios están operando sin recursos a los pacientes,
pese a que en el caso del Hospital de la Mujer registra 18 mil eventos al año;
el Gustavo Rovirosa, 24 mil, y el Juan Graham, 18 mil casos anuales, y se
sobrecargan por no existir una buena coordinación con otras secretarías como la
de Seguridad Pública, que podría ayudar a evitar accidentes.
¿Qué hará? Dijo que “los dos primeros años hay que dedicarse a ordenar. La
idea era fortalecer el primer nivel, pero tuvimos que empezar con medicamentos.
Se va a tardar seis meses en los medicamentos, porque no todos los proveedores
los tienen. Ya entramos en la compra
consolidada a nivel nacional. En abril, necesitamos empezar a recibir
medicamentos; hay algunos que no se hacen en México”.
Refirió que para cubrir
la demanda de medicamentos e insumos médicos, hay suministro para cuatro meses.
“Hoy, en los hospitales de alta especialidad andamos en el 68 por ciento; en
los de segundo nivel, un poquito más
abajo, y en los de primer nivel, en el 66 por ciento de cobertura”.
–¿Qué se
requiere?
¿Mano firme o mano dura?
“Firme. Yo digo que
nosotros tenemos que demostrar con hechos la honestidad. Hay que apegarnos a lo
escrito”.
–¿Cómo
evitar que se roben los medicamentos?
“Orden. Los cinco
directores de hospitales de alta especialidad elegidos, son personas formadas,
que han trabajado mucho tiempo en los hospitales. Sobre el orden de los
medicamentos, los directores están llevando perfectamente bien el control de
qué sale y qué entra. Los responsables son los directores y las jefas de
enfermeras. Ellos son los responsables”.
–¿Por
qué acepta el cargo?
“Me tardé, pero le
quiero decir que criticaba mucho, y me ponen en la mesa la posibilidad de
demostrar que como roncas duermes.
Claro que hay remedio, es una gran secretaría. Tenemos gente valiosísima. Los
doctores me recibieron bien, no he tenido ningún problema con nadie, acepto
críticas, hablo con todos, son mis compañeros. He trabajado 38 años ahí”.
Recordamos que en su asunción como jefe del
Ejecutivo estatal, Adán Augusto López señaló que la crisis en salud tiene su
origen en la corrupción imperante vestida
de bata blanca, que involucró a funcionarios y empresarios que proveen
insumos, y comprometió que en seis meses se regularizarán los servicios en hospitales
y se acabarán los malos manejos en el sector. Ya hay avances, pero falta mucho,
muchísimo para lograr una cobertura de servicios de calidad con el nivel y
calidez deseados. Esperemos que la doctora Roldán, de verdad, como ronca duerma y su desempeño no
acabe empañado como el de sus antecesores. Por la salud del pueblo.
AL GRANO
GRAN RETO PARA el régimen de Adán Augusto López
será resolver el tema de las pensiones exorbitantes que se asignaron a ex trabajadores
que se retiraron como si fuesen presidentes de la República, con montos de
hasta 100 mil pesos mensuales… Un insulto para una institución que languidece y
para miles de burócratas que dejaron su vida en el servicio público y ahora
cobran pírricas pensiones… cuando se las pagan… Ojalá se revise bien esto, con
lupa o microscopio, pero que se corrija y si hay que sancionar, que se proceda…
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