Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Tabasco es estratégico para el gobierno de la
República, no tanto porque sea la tierra del Presidente Andrés Manuel López Obrador, sino porque éste es un convencido que,
desde aquí, se dará el relanzamiento de Petróleo Mexicanos (Pemex) con los
nuevos yacimientos de crudo y gas que pronto estarán en producción y con la refinería
de Dos Bocas, que se construirá en un plazo de tres años en el municipio de
Paraíso, para dejar de importar combustibles.
Para que todo
mundo se entere de la significación que su gobierno da al sector energético
para el crecimiento económico, el mandatario nacional se trajo el fin de semana
los reflectores a Tabasco –estuvo en Huimanguillo y Paraíso–, donde supervisó las
obras para establecer campos petroleros en tierra y aguas someras, y el sitio
donde se construirá la refinería de Dos Bocas, la séptima del país.
La visita el viernes 6 al campo Quesqui, en Huimanguillo –anunciado como
el más grande descubrimiento en tierra de las últimas tres décadas, con potencial
de 500 millones de barriles– es un botón
de muestra de lo estratégico que es el sector petrolero para el Presidente
de México, pues permitirá incrementar la producción nacional entre 60 y 100 mil
barriles diarios en un par de años.
“Para tener una idea de lo que esto significa, hay
que tomar en cuenta que en la actualidad se están extrayendo un millón 700 mil
barriles, esa es la producción nacional; si hablamos de un campo de los 20 que
estamos trabajando, que nos va a permitir aumentar la producción de 60 a 100
mil barriles diarios, pues esto es una gran noticia”, enfatizó López Obrador.
Esta zona –indicó– siempre se ha caracterizado por su
gran potencial petrolero, que se abandonó cuando le impusieron a Pemex otra
política: invertir en aguas profundas en el norte del país, cuando “el petróleo
está en tierra, aquí en Tabasco, en Chiapas y en aguas someras del litoral de
Tabasco y de Campeche”.
El sábado, el Presidente visitó también –acompañado del gobernador Adán Augusto López; la secretaria de Energía, Rocío Nahle y el director de Pemex, Octavio Romero– la
plataforma Jap Driller 1
perteneciente al campo Xikin, localizada
en aguas poco profundas frente al litoral de Tabasco, que es una de las siete
plataformas marítimas que ya se elaboran este año en la región con mano de obra
y tecnología ciento por ciento mexicanas.
El propósito del gobierno de López Obrador es
recuperar la producción en esta región, que en su mejor momento llegó a
alcanzar un millón de barriles diarios y se dejó caer a 250 mil, y refirió dos
elementos adicionales a la abundancia del recurso en el subsuelo, que motivan
su estrategia: 1) extraerlo en estos campos cuesta menor (seis dólares), y 2) la
calidad del crudo ligero –conocido como olmeca–,
se cotiza a mayor precio (50 dólares) en el mercado internacional.
Ponderó que por primera vez en 14 años no se cae la
producción, se estabilizó y ya subió en 50 mil barriles. “Y con estos campos (20
en total) vamos a crecer en producción y nos va a ayudar mucho, porque el
petróleo es la palanca del desarrollo de México”, destacó al recordar que por muchos
años, el 40 por ciento del presupuesto nacional se conformaba con los ingresos
petroleros.
La tarde-noche del viernes, estuvo en Paraíso.
Constató que los trabajos de compactación de los terrenos para la refinería
avanzan –casi– conforme a lo programado. Y exhortó a las empresas que ganaron
las licitaciones para la construcción de las obras, a que cumplan lo convenido.
“Hay que seguir trabajando día y noche para cumplir
y que, como acordamos, en tres años estemos inaugurando esta nueva refinería
para ya no estar comprando las gasolinas en el extranjero… Tenemos que darle
valor agregado a la materia prima y producir aquí gasolinas de buena calidad”, enfatizó.
A quienes han cuestionado la viabilidad de la mega-obra
porque decidió hacerla en Dos Bocas, les dijo: “Está en un sitio estratégico.
Algunos pensaron que como yo soy, con mucho orgullo, originario de estas
tierras y de estas aguas, que por eso se construía aquí la refinería. Es
importante que se sepa que ésta es una terminal marítima, aquí llegan un millón
100 mil barriles de petróleo, que se extraen de tierra y sobre todo de los
litorales de Tabasco y de Campeche”.
Tabasco no debe desaprovechar esta oportunidad, para
que el nuevo auge petrolero de México, y de la región principalmente, se
convierta en la palanca del
desarrollo aplazado por muchos años, que le permita realizar la infraestructura
que le hace falta para estar a tono con el progreso de otras regiones del país,
y diversificar su economía para disponer de más fuentes de ingresos para
generar empleos, riqueza y bienestar para sus habitantes.
AL GRANO
EN
SU GIRA por Tabasco –a donde retornará el fin de semana–, el Presidente López
Obrador hizo dos referencias que vale la pena recordar: una, el reconocimiento
al gobernado Adán Augusto López por el apoyo que le está dando a su plan para
rescatar la industria petrolera; y dos, el llamado a sus paisanos para que no sean
el obstáculo que detenga los trabajos... “Que se piense que si todos campos
producen, el beneficio es para el pueblo, no para minorías rapaces, ni
nacionales ni extranjeras. El petróleo es del pueblo”, remarcó…
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