Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
La historia de México sería otra sin la corrupción
enquistada en sus instituciones y en la sociedad misma. Hay quienes dicen que
la traemos en los genes. Lo que sea, es un mal que hay combatir porque no
podemos seguir siendo un país de
corruptos, con enormes riquezas que se quedan en pocas manos y con enormes
disparidades sociales que golpean a los más.
Funcionarios que se roban el dinero del pueblo o hacen negocios desde los cargos
públicos; empresarios que pagan diezmo
para hacerse de obras o contratos de prestación de servicios en el gobierno y
que realizan sin calidad; ciudadanos que prefieren dar sobornos a autoridades
para evitar ser multados o para agilizar trámites. Hay mil formas de corrupción. Quizá nadie
se salva.
Todos los presidentes de México han hablado de
combatir las prácticas deshonestas en el servicio público, pero todo ha quedado
en promesas y quienes prometieron erradicarlas, acabaron siendo grandes saqueadores.
Al Presidente José
López Portillo le cambiaron su lema de campaña: ‘La solución somos todos’, por el de ‘La corrupción somos todos’. El jefe de la policía capitalina, Alfonso Durazo Moreno, El Negro –entonces lo designaba el
mandatario de la nación–, fue símbolo
de la corrupción lopezportillista.
Al sexenio siguiente llegó Miguel de la Madrid Hurtado con su promesa de ‘renovación moral de la sociedad’. Se inventó la contraloría, se metieron presos a Alfonso Durazo y al ex
director de Pemex, Jorge Díaz Serrano,
pero nada cambió. El presupuesto público siguió siendo el gran botín.
La corrupción no se acabó ni cuando los mexicanos echaron al PRI de Los Pinos. Los hijos de Martha
Sahagún, esposa del Presidente Vicente
Fox, dejaron escuela en eso del
tráfico de influencias en el primer régimen panista.
Tabasco no ha sido ajeno a los saqueos
presupuestales, a los enriquecimientos ilícitos de gobernantes y funcionarios. Andrés Granier Melo no ha sido el único
mandatario estatal que le ha metido mano
al erario. Quizá sí el único que ha sido encarcelado por hacerlo.
La presión de la sociedad que ha exigido métodos
más rigurosos de control y transparencia en el manejo del dinero público, así
como penalizaciones más severas, ha permitido ir avanzando en ponerle frenos a algunas prácticas corruptas que no se habían podido erradicar con
la Ley de Responsabilidades de los
Servidores Públicos, tanto la nacional como las estatales.
De la sociedad surgió la iniciativa para que todo
servidor público de alto rango presentara una declaración a la que se denominó #3de3: esto es, que a la declaración de
situación patrimonial, la acompañaran la de su situación fiscal y de intereses.
También de allí provino la exigencia para instaurar un Sistema Nacional Anticorrupción, que lleva buen avance pero no
acaba de cocinarse.
Es motivo de encomio que en Tabasco el pleno del
Congreso local avalara ayer, por unanimidad de votos, expedir la Ley del Sistema Estatal Anticorrupción del
Estado, la Ley de Justicia
Administrativa, y la Ley de
Fiscalización del Estado, así como la reforma y derogación a diversos
artículos de la Ley de Responsabilidades
de los Servidores Públicos, todo en el marco del Sistema Estatal Anticorrupción.
La creación de la Ley del Sistema Anticorrupción de Tabasco se apega al diseño,
contenido y mandatos de la Ley General
del Sistema Nacional Anticorrupción, y dispone que el Sistema Estatal en la
materia será una instancia de coordinación entre las autoridades locales
relacionadas con la prevención, detección y sanción de las responsabilidades
administrativas y hechos de corrupción, fiscalización y control de recursos
públicos.
No fue algo sencillo. El proceso para llegar al
acuerdo de todas las fracciones en el Congreso local fue escabroso; la
negociación fue intensa. Por fuera
hubo presiones de todo tipo, como la de la dirigencia de Coparmex que tildó de ‘cobardes’
a los legisladores por haber ‘atrasado’ la aprobación de dicha ley.
El diputado Marco Rosenda Medina Filigrana defendió el trabajo legislativo para
lograr la confección de un entramado de ordenamientos legales que no han podido
sacar adelante estados como Campeche y Chihuahua,
que ni siquiera ha hecho la reforma constitucional. “De nada serviría una
reforma que sea aprobada por dos o tres grupos parlamentarios. Me parece que el
hecho de que vaya por unanimidad le da fortaleza ante los ciudadanos”, resaltó.
El presidente de la Junta de Coordinación Política,
José Antonio De La Vega Asmitia destacó
que en Tabasco se sentaron bases, soluciones y mecanismos para que desde
diversos sectores políticos y sociales, se avance de manera firme y concreta en
la lucha contra la corrupción, que es una prioridad.
Enhorabuena, por Tabasco. Es algo que nos compete a
todos. ¿O no?
AL GRANO
AL DIPUTADO PRIISTA Manuel Andrade Díaz también le preguntaron sobre el señalamiento de
la dirigencia de Coparmex-Tabasco… “Yo creo que el comentario está un poquito fuera de tono. Nosotros estamos dentro del plazo. Veinticinco
estados no han aprobado el paquete, ocho no han hecho la reforma constitucional”,
indicó… ¿De quién es la responsabilidad
de que se haya dejado hasta lo último?, se le insistió… “Por las
negociaciones para hacer un buen sistema,
y yo considero que el de Tabasco debe ser uno de los mejorcitos. Yo digo que está bien que hablen, pero ya con conocimiento de causa cuando ya vean el
resultado; yo les diría a los de Coparmex que se informen un poquito”, sentenció… Órale.
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