Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
¿Por
qué se escogió Dos Bocas? En la ceremonia de inicio de los trabajos de
preparación para la construcción de la refinería, ayer en Paraíso, el
Presidente Andrés Manuel López Obrador,
dio dos argumentos:
Uno, “porque
aquí llegan un millón cien mil barriles diarios de crudo y aquí se exporta ese
crudo, o va a los ductos para abastecer las seis refinerías del país. Imagínense
cuánto nos ahorramos en instalaciones si ya llega aquí el petróleo, ya tenemos
aquí la materia prima. Por eso se decidió que fuese Dos Bocas”.
Dos,
porque “es un beneficio para Tabasco y es un beneficio para el sureste, pero
también, además de ser técnicamente lo más recomendable, es un acto de justicia
para Tabasco y para el sureste de México. ¿Cuánto ha aportado Tabasco,
Campeche, el sureste al desarrollo nacional? Mucho”.
Refirió
que en los últimos tiempos se abandonó y se dejó sin inversión al sur-sureste;
por eso el crecimiento económico en el norte, Bajío y centro es hasta seis por
ciento anual, pero en esta región, sólo hay decrecimiento económico, bajo cero;
entonces, “ya es el tiempo del sureste en beneficio de todos. Acá están los
recursos naturales, el petróleo, el gas…”.
Con
su gabinete del sector energético y los mandos castrenses, su esposa Beatriz Gutiérrez Müller, el gobernador
Adán Augusto López Hernández, y
otros altos funcionarios de la Federación, López Obrador dio otra de las
razones por la cual construir una séptima refinería en el país, después de 40
años que no se instalaba un complejo refinador de crudo.
“No
queremos ser colonia de ningún país extranjero. Y eso se logra cuando se tiene
autonomía, cuando se tiene autosuficiencia energética que en la actualidad se
ha perdido porque dependemos mucho, demasiado, de la compra de los combustibles
en el extranjero”, puntualizó al precisar que el país consume alrededor de 800
mil barriles diarios de gasolinas y apenas produce 200 mil.
Para
el mandatario nacional “Dos Bocas es un lugar estratégico. Vamos a que se
construya aquí la refinería… la vamos a construir en tres años y va a costar
150 mil millones de pesos. Me canso ganso.
Y es muy importante decirles que ya contamos con los 50 mil para este año, ya
tenemos ese presupuesto, y no van a faltar los 50 mil para el 2020, y los
últimos 50 mil para el 2021, y en tres años vamos a estar inaugurando esta
refinería”.
La nueva refinería estará sobre 566 hectáreas en terrenos aledaños a la
terminal marítima Dos
Bocas, y tendrá capacidad de procesamiento de 340
mil barriles de crudo tipo maya de 22 grados API por día y
generará 170 mil barriles de gasolina y 120 mil barriles de diésel diarios, así
como turbosina y asfaltos.
La mega-obra –es la
infraestructura con inversión más cuantiosa del régimen lopezobradorista– contará con 17 plantas de procesos, de energía eléctrica y servicios
auxiliares; tanques y esferas de almacenamiento, talleres, edificios, áreas
verdes, puntos de descarga marítimo, ferroviario, terrestre y por ducto.
El gran reto –se admitió durante
el evento en el muelle de Dos Bocas– será construirla en un tiempo
de tres años bajo un esquema de ‘ejecución acelerada’, aprovechando las
capacidades tecnológicas que existen actualmente.
Octavio Romero Oropeza, director general de Pemex, afirmó que para aportar
beneficios a la región se contratará la mayor cantidad posible de empresas y
mano de obra local; adicionalmente, se incluirán obras hidrológicas en la zona
de impacto, como saneamiento del río Seco,
instalación de plantas tratadoras de aguas residuales y obras de drenaje.
La
secretaria de Energía, Rocío Nahle
García, garantizó que en 17 días se presentará el estudio de riesgo
ambiental y la manifestación de impacto ambiental regional, y de acuerdo al
cronograma, a fines de junio se licitarán los seis paquetes de construcción, “para
que al mismo tiempo todas las secciones estén en levantamiento de obra y
podamos cumplir la construcción de la refinería en tres años”.
El
mandatario tabasqueño fue muy conciso. Expresó que después de una larga lucha, inicia
la construcción de una refinería en Tabasco, que “significa en realidad el
inicio de la cuarta transformación
nacional. No más dependencia energética del extranjero”. Y López Hernández le patentizó
a López Obrador: “por eso, señor Presidente, le decimos: Tabasco va a
acompañarle en esta travesía. No le vamos a fallar; estaremos como uno solo,
unidos…”.
Por
la grave circunstancia de desempleo en Tabasco, quizá lo más esperado de esta
obra sea la generación de nuevas fuentes laborales. Sólo en la etapa de
construcción de la refinería se dará ocupación a más de 20 mil personas, desde
obreros y técnicos, hasta profesionistas especializados, que serán contratados
de manera directa, sin intermediarios, sin
moches y sin injerencia de sindicatos.
Y
finalizó López Obrador enfatizando: “Nuestro país tiene todo para salir
adelante… ¿Qué es lo que hacía falta? No quiero presumir: hacía falta un buen
gobierno”.
AL GRANO
DESDE
SU TIERRA, “mi agua”, el Presidente de México envió un memorándum al pueblo de Estados Unidos. Le dice: “Juremos que nada
ni nadie separe nuestra bonita y sagrada amistad”…
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