Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Es muy probable que la designación
del próximo presidente del PRI Tabasco se decida por un cupulazo desde el Comité Ejecutivo Nacional. Ello podría ser la gota que derrame el vaso, el detonante de nuevas divisiones y deserciones
en un partido que hoy parece aferrado a su condición de opositor.
Si la nueva dirigencia no resulta del consenso, si
no es del agrado de los grupos que se disputan el control, el PRI tendrá
problemas serios para alcanzar, en la ruta al 2018, esas tres condiciones para
la victoria electoral que definió el 28 de enero su actual dirigente Miguel Ángel Valdivia en el último Consejo
Político Estatal: la unidad, el proyecto y el nombre.
Reconstruir la unidad del priismo es el primero y
más difícil de los retos, cuando lo que se vislumbra son intereses particulares
y de grupos, la ambición de quienes quieren el control de la estructura partidista y apropiarse de las candidaturas a los cargos de elección popular que
estarán en juego en el 2018.
La unidad priista rumbo a las contiendas
electorales del próximo año pasa obligadamente por el proceso para elegir al nuevo
dirigente estatal. Un mal juego, una mala selección, una simulación más dará al traste con la pretensión de recuperar el
poder.
Los retos del PRI por delante son mayúsculos. Comienzan con poner la casa en orden y al día, porque
los periodos para los que fueron nombradas sus actuales dirigencias ya
fenecieron. Hay que restablecer la legalidad interna.
En los siguientes meses, una vez que haya definido
la conformación de su Comité Directivo Estatal, el nuevo jerarca local deberá emplearse a fondo en la renovación del
Consejo Político Estatal y de los comités y consejos políticos municipales.
Estos hacen un total de cinco mil 700 cuadros, que
sumados a la estructura territorial de tres mil 28 comités seccionales que
también deberán actualizarse, representan 18 mil 168 nuevos dirigentes y
consejeros, en quienes descansará la selección de candidatos y el activismo
político-electoral en el 2018.
¿De dónde sacará el PRI a 18 mil militantes, que
dediquen tiempo y esfuerzo a las tareas que les encomiende su dirigencia sin
recibir paga, cuando en la tienda de
enfrente podrían estar ofreciéndoles hacer lo mismo a cambio de una
apetitosa remuneración?
Sí que es una tarea
monumental la que tendrá por delante la nueva dirigencia priista, en
tiempos en que ya no dispone de recursos públicos indebidamente y que las lealtades se cambian por unas cuantas
monedas, o paquetes de láminas o pollitas ponedoras. Lo mismo que hacía antes
el PRI para hacerse de voluntades y votos.
Por lo pronto, el PRI deberá nombrar a su nuevo
dirigente. ¿Será alguien que venga a recomponer al partido o sólo estará para allanarle el camino a quien ya se siente
que la candidatura al gobierno estatal le pertenece?
“Yo pienso que debe
darse una candidatura de unidad para
no seguir resquebrajando al partido”, opinó el ex alcalde de Tenosique, Carlos Alberto Vega Celorio. ¿Podrán ponerse de acuerdo los
priistas para designar a un dirigente que sea aceptado por la mayoría de sus
miembros? ¿Será ese el propósito del CEN o querrá dar al priismo tabasqueño atole con el dedo?
Dónde estará ese líder, porque de los que se han
mencionado para suceder a Miguel Valdivia no hay mucha tela de dónde cortar.
Cuánto le falta al priismo para que uno lo pueda
imaginar como fuerza política en la ruta a recuperar posiciones perdidas por malas
decisiones cupulares.
Efectivamente, al PRI no se le puede dar por muerto en Tabasco, como aseguró
aquí la ex gobernadora de Yucatán y ex secretaria general de ese
partido, Ivonne Ortega Pacheco; sin
embargo, tampoco se vislumbra que está posicionado y preparado para
reconquistar lo que le arrebataron en
el 2012.
Y lo que son las cosas,
no veo a mujeres disputando la dirigencia priista; en cambio, para la
candidatura al gobierno estatal no veo a hombres.
AL GRANO
OTRA PRÓRROGA, de al menos una semana, pretendían
algunos locatarios para su reubicación en el mercado provisional de la colonia
Casa Blanca… Ello sólo habría retrasado más el inicio de la demolición del
viejo inmueble y posterior edificación del nuevo centro de abasto ‘José María Pino Suárez’… El regateo no les funcionó porque les
dijeron que esta semana ya deberían estar instalados en su nueva sede, pues la
SOTOP está lista para comenzar la demolición… Lo que deberían
estar pidiendo a las autoridades estatales y del municipio de Centro es que les
apoyen con una intensa campaña que difunda que el ‘Pino Suárez’ estará provisionalmente en Casa Blanca, y cómo
funcionarán las rutas del transporte público para llegar a esa colonia.
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