Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
México cuenta desde ayer con una nueva institución
policiaca –la más grande que se ha creado– soportada por la Carta Magna y avalada por todas las
fuerzas políticas del país, que mezcla elementos de origen militar y civiles
formados en la academia policial, y que tiene una delicada tarea en que han
fracasado todas las corporaciones que le antecedieron –sea por malas
estrategias o porque fueron permeadas por la corrupción–: restituirle la
tranquilidad a los mexicanos.
En el Campo
Marte se hizo ayer el lanzamiento de la Guardia Nacional con una demostración
numérica de su poderío al concentrar en esa base militar de la capital del país,
a 10 mil de los 72 mil elementos que habrán de ser desplegados a las 150 regiones más inseguras en las 32 entidades
federativas. A Tabasco ya llegaron 300 miembros de esta
institución federal.
El portal de El País destacó ayer el origen y composición militar de la nueva
corporación presentada por el Presidente Andrés Manuel López Obrador, evidenciando
en la ceremonia “el origen, esencia y el ADN
militar” que recorre las venas del nuevo cuerpo. El objetivo es llegar a 82 mil
uniformados en seis meses y a 150 mil al final de su mandato en 2023, para
desplegarlos en las 266 regiones en que se ha dividido a la República, precisa el
diario español.
En pocas palabras, el secretario de Seguridad y
Protección Ciudadana federal, Alfonso Durazo Montaño resumió el estado que
guarda el país en la materia a su cargo: “La crisis de seguridad es sin
duda alguna el reto más importante que enfrenta hoy el gobierno de la
República. La herencia recibida de gobiernos anteriores es desastrosa en muchos
campos, lo es particularmente en el ámbito de la inseguridad. Nos dejaron el
país en medio de un ‘sálvese quien pueda’.
Basta decir que las nuevas generaciones no saben lo que es la paz. La inseguridad
se dejó avanzar a niveles de emergencia
nacional, heredamos instituciones de seguridad ineficientes, corrompidas e
impregnadas de vicios. La corrupción, esa gran plaga, se volvió un rival
terrible de la seguridad”.
Podremos aderezar esta cita con otros ingredientes,
pero lo expuesto por Durazo Montaño describe la zozobra que viven los
mexicanos, que hoy se sienten inseguros en la calle, en sus hogares, en sus negocios.
Esperemos que, como anotó el funcionario federal, la Guardia
Nacional marque el “inicio del fin” de la violencia en nuestro país, y que la inseguridad
tiene remedio, que “está cercano el día en que nos veremos caminando libres de
temores por las calles, cuando esperemos a nuestros seres queridos confiados en
que llegaran sanos y salvos a nuestros hogares”.
En su actuación, la Guardia Nacional no estará exenta
del respeto a los derechos humanos. Lo definió el general Luis Cresencio Sandoval González, secretario de la Defensa Nacional, cuando estableció que la institución se diseñó y
construyó para atender la seguridad pública, para salvaguardar la vida y los
bienes de las personas, y que sus elementos “nunca, y bajo ninguna circunstancia,
dejarán de observar las garantías procesales y libertades públicas que
establece nuestra Constitución”.
Al Presidente López
Obrador no le quedó más que reconocer la realidad del país en materia de
seguridad. Dijo: “Se está aplicando el programa de bienestar más importante que se haya
realizado en la historia de México en beneficio de nuestro pueblo; están
llegando las ayudas a los mexicanos y sobre todo a la gente más humilde, a la
gente más pobre. Pero tenemos como pendiente resolver el grave problema de la
inseguridad y de la violencia. Ahí no podemos decir que se ha avanzado, ahí
desgraciadamente prevalecen las mismas condiciones que heredamos de los gobiernos
anteriores en cuanto a inseguridad y violencia”.
Aunque en muchos ciudadanos y organizaciones de la
sociedad existe desconfianza por lo que se puede lograr con la Guardia Nacional
ante la escalada de violencia, caracterizada por ejecuciones en todo el
territorio mexicanos, hay que darle el beneficio
de la duda a este trabajo que se emprenderá ahora con una institución federal
creada en tan solo siete meses, pero que acumula en sus filas a gente
experimentada y preparada para enfrentar a la criminalidad y reforzar la
seguridad en las entidades federativas, donde existen corporaciones que
adolecen de equipos y que requieren sanear
sus filas.
El momento en que entra en acción la Guardia Nacional, “coincide con un
importante repunte de la violencia en un contexto ya de por sí bastante
sangriento. En mayo fueron asesinadas 79 personas al día, tres cada hora. Los
primeros cinco meses de 2019 son los más violentos desde que se contabilizan
este tipo de homicidios”, asienta El País.
Puede ser el peor o el preciso.
Habrá que acotar, en el
caso de Tabasco, que la inseguridad
pública tiene ahora un nuevo componente: la migración ilegal, porque con los
hermanos centroamericanos vienen infiltrados delincuentes que quieren hacer de las suyas en territorio
mexicano, incluyendo traficantes de inmigrantes y de drogas.
AL GRANO
SE
COMPLICAN LAS cosas para algunos ex funcionarios del régimen anterior… Fíjese
que según el titular del Órgano Superior de
Fiscalización del Estado (OSFE), Alejandro
Álvarez González, la pasada administración no comprobó el gasto de 59
millones de pesos de la cuenta pública 2017, la de hace dos años... Ahora el OSFE
presentará las denuncias ‘contra quienes resulten responsables’… FALTA LA CUENTA
pública del 2018, que aún no se somete al fallo del Congreso local… Y según el
presidente de la Mesa Directiva, el diputado Tomas Brito Lara, hay “muchos elementos” para reprobarla…
No hay comentarios:
Publicar un comentario