Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Hay que entender, más allá de que pueda
considerársele un hombre testarudo,
que Andrés Manuel López Obrador no
es un improvisado; tiene amplio conocimiento sobre el ejercicio del poder. A cada
rato presume lo mucho que sabe de la historia de nuestra Patria, de los hombres
que la forjaron, y de los usos y
costumbres del presidencialismo mexicano, de sus virtudes y vicios, de sus
límites y excesos, de lo que debe erradicarse o lo que tiene que preservarse.
Y hay que reconocerle al actual Presidente de
México el valor de ventilar en público –lo hizo en la conferencia mañanera del 10 de julio– lo que sucede
al interior de su equipo y cómo se procesan las diferencias, cómo se toman
decisiones y se asumen riesgos. Ya no dejó espacio a los agoreros.
Repasemos fragmentos de esa conferencia, un día
después que le renunció Carlos Urzúa
como secretario de Hacienda y a quien, de inmediato, relevó con el
subsecretario Arturo Herrera. El
encuentro con los periodistas fue abierto, con preguntas a bocajarro. Los cuestionarios
a modo en los diálogos con la prensa son cosa del pasado; hoy, muchas
preguntas o planteamientos de los reporteros resultan incómodos para el
Presidente, como sucedió el 24 de junio en Quintana Roo, o el 12 de julio en
Nayarit. La mañanera del miércoles 10
no fue la excepción. Veamos:
–¿Quiénes son
estas personas a las que se refiere Urzúa, que toman decisiones sin sustento,
sin evidencia, sin el cuidado de los efectos, que hacen imposiciones de
funcionarios, que son personajes influyentes… ¿quiénes son, Presidente?
“Miren, en un gobierno democrático y que tiene como
propósito transformar al país, siempre existen diferencias, discrepancias. Si
se tratara de gobiernos conservadores, de mantener el statu quo, de no llevar a cabo cambios, la vida sería muy plana, nunca sucederían cosas, así es la
historia política de México”.
“Nosotros estamos comprometidos a cambiar la
política económica antipopular, entreguista…
Y he dicho que no es un simple cambio de gobierno, es un cambio de régimen.
Entonces, esto lleva a que haya puntos de vista distintos, discrepancias, que
se produzcan incluso enfrentamientos al interior del mismo gobierno, del mismo
grupo...”, expuso.
–¿Ruptura
interna?
“No tanto, sino diferencias. Lo
importante es que el gobierno continúa su marcha sin problema… He dicho que
antes de que termine este año queremos dejar sentadas las bases para la
transformación; vamos de prisa y no nos vamos a detener; los cambios van. Es
mejor acostumbrarnos y entender el contexto, las circunstancias de cambios que
se van a seguir dando, incluso puede haber hasta otras renuncias… Las
diferencias (son) conmigo, para no andarle echando la culpa a otros;
diferencias conmigo y con otros miembros del equipo”, apuntó.
–Y la
pregunta concreta sería: ¿De qué personas influyentes habla Urzúa que motivan
estas imposiciones, dice él, ‘con patente conflicto de intereses’?
“Bueno, yo tuve diferencias con él;
yo lo respeto mucho. Pero estamos en un proceso de transformación, aquí no se
oculta nada. No es que salió del gobierno ‘por
motivos de salud’. No, es que él es un hombre con criterios, como nosotros.
Tuvimos, entre otras discrepancias, con lo del Plan de Desarrollo, que hubo dos versiones. Y la versión que quedó
es la que yo autoricé, incluso me tocó escribirla, porque (la otra) era continuismo, era una concepción todavía
en la inercia neoliberal y había que
marcar la diferencia…
“También (hubo) discrepancias en el manejo de la
banca de desarrollo. Yo le encargué a Alfonso
Romo que ayudara en la coordinación para el funcionamiento de la banca de
desarrollo y no había en esto acuerdo, o sea, había diferencias entre ellos,
notorias”, admitió.
“Vamos bien. Que hay debate, esto es consustancial
a la democracia. Ni modo que no vamos a estar polemizando. Tenemos posturas
distintas; además, me he esmerado en señalar que desde siempre existe el
pensamiento conservador en el país, siempre. ¿Cómo voy yo a
estar apostando a estas alturas, después del desastre de la política neoliberal,
a seguir con lo mismo? Allá quienes defiendan ese dogma, allá ellos”. Y subrayó
que el relevo en la SHCP fue natural, con el subsecretario Herrera.
–¿No va a
haber ningún cambio?
“No, continúa lo mismo”.
–¿Los mismos?
“Sí, esto fue una discrepancia. Ya lo expliqué en
qué términos. Tiene que ver también con el carácter, cada quien tiene su
carácter. Yo celebro mucho eso en Carlos (Urzúa), en Germán (Martínez, que
dimitió a la Dirección General del IMSS), el decir: ‘No’, lo celebro. Porque como
era antes, era siempre decir: ‘Sí, sí, señor’. ‘¿Qué horas son?’. ‘Las que
usted diga que sean, señor’, ‘las que usted quiera que sean’. Siempre es
el: ‘Sí, señor’, y el sí, sí, sí; nadie decía que no”.
Y concluyó con una anécdota: “de una de las cosas
que me siento más orgulloso en mi vida” fue decir ‘no’ en 1983 cuando renunció
a la Oficialía Mayor de Gobierno, en Tabasco, a las pocas horas que el
gobernador Enrique González Pedrero –su
maestro– le había tomado protesta, tras su imprevista salida del PRI estatal
que quiso democratizar… y no lo dejaron.
AL GRANO
DORMIR
CANSADO… A quienes ha tocado ir a cuidar a pacientes enfermos en hospitales
públicos saben que, además del dolor que se siente por ver al familiar en mal
estado, sin mostrar signos de mejoría o, peor aún, en agonía, tienen que
soportar la incomodidad de pasar la noche en una silla vieja, dura, incómoda,
cuando se tiene la fortuna de encontrar asiento; o quedarse toda la noche
sentado en el piso o de pie, porque no hay espacio para un leve descanso…
POR
ESO, ME da gusto saber que el director general
del IMSS, Zoé Robledo convocó a los
mexicanos a sumarse a la campaña para adquirir dos mil sillas-camas, para que los
familiares de los pacientes que se encuentran internados en sus hospitales,
tengan mayor comodidad en lo que cuidan a sus enfermos… Mi reconocimiento.
Ojalá encuentro apoyo ciudadano… Ojalá se replique aquí.
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