Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Si la memoria no falla, Salvador Neme Castillo fue, en 1991, el último gobernante que
entregó personalmente su informe
–tercero– ante el Congreso local. Lo hizo en el teatro Esperanza Iris, declarado recinto oficial.
Quien lo sustituyó tras la licencia para separarse
del cargo (1992), Manuel Gurría Ordóñez,
optó por enviar dicho documento con un representante para no enfrentar
interpelaciones de legisladores de oposición (PRD).
Se inauguraba una nueva etapa en los informes
gubernamentales, al enviarse a un personero (el secretario de Gobierno) al
recinto legislativo, al tiempo que en un pomposo evento político, el jefe del
Ejecutivo leía un mensaje a la población que se transmitía en cadena estatal de
radio y televisión.
Ese estilo
de no ir al Congreso local personalmente, lo secundaron los también mandatarios
priistas Roberto Madrazo Pintado, Enrique Priego Oropeza, Manuel Andrade Díaz y Andrés Granier Melo, y el único
perredista, Arturo Núñez Jiménez
que, por su sexto informe, tuvo un
desangelado evento político.
Fue una forma sui
géneris de rendición de cuentas, que no reñía con el mandato constitucional
de informar cada año del estado que guarda la administración pública, dado que
este requisito se salvaba al presentar
el informe escrito y los anexos estadísticos en la sesión solemne del Poder
Legislativo.
En todos los informes de gobierno –ante el Congreso
local hasta 1991, o en los eventos políticos posteriores– se contó con la
asistencia y, a veces, con la participación de un representante del Presidente
de la República; la jerarquía y cercanía de éste con el jefe de la Nación era
una señal que permitía vislumbrar el tamaño del afecto y respaldo que se le
profesaba al gobernador.
En 1989, cuando su gobierno ya presentaba síntomas
de descomposición, Neme Castillo quiso dar una muestra de fortaleza y de la
confianza del entonces presidente Carlos
Salinas de Gortari, al solicitarle designara representante personal al
secretario de Gobernación, Fernando
Gutiérrez Barrios.
Atrás quedan toda esa parafernalia del poder, el
simbolismo y derroche de recursos públicos de los eventos, y los estilos
personales de rendir cuentas a los gobernados. Ahora se regresará al origen: el
gobernador Adán Augusto López Hernández,
ha decidido acudir personalmente a la Cámara de Diputados local, a entregar su Primer Informe de Gobierno, el domingo
10 de noviembre.
Y el mandatario emanado de Morena establecerá un nuevo ritual que podrán emular sus
sucesores: incluir en el formato de la sesión solemne un debate de tú a tú, como iguales, con los
legisladores de los cuatro partidos representados.
“Voy a ser el primer gobernador en la
historia de Tabasco en ir a debatir al Congreso”, aseveró Hernández López al
confirmar que en la sesión solemne del 10 de noviembre, entregará el informe y desde la máxima tribuna del estado dirigirá un mensaje… de apenas dos
minutos, “si acaso”.
Acto seguido, el titular del Ejecutivo
escuchará los posicionamientos de los portavoces de cada fracción legislativa,
y después “yo tendré el derecho de responder a sus preguntas y pues si tienen
alguna duda ahí lo vamos a debatir”.
Para el mandatario estatal, que ya ha sido
legislador local y senador de la República, “tiene que desacralizarse la
política, y la obligación del gobernante es ser transparente, abierto”.
–¿No
temes que la oposición se vaya fuerte contra ti? –se le inquirió.
“No importa. No sucede nada, yo estoy
dispuesto a escuchar todas las voces”, remarcó.
Agregó: “Yo voy estrictamente a
cumplir con lo que la ley señala, y tengo derecho a escuchar a los diputados,
lo haré con mucho respeto y lo haré atentamente, como espero también que, en
ese intercambio de ideas, haya un debate de altura”.
Y reveló otro dato: por el
formato, sería inviable que asista algún funcionario federal, pero por cortesía
se hará la invitación al gobierno de la República. (Telerreportaje, 08Oct.2019)
Todo esto es señal de los nuevos tiempos políticos
que vive Tabasco. La actitud del gobernador de ir a entregar su informe y
escuchar con atención y respeto las posiciones de cada bancada partidista,
abona sin duda a la reconciliación que pregona.
Además de un acto sobrio –porque no se harán gastos
extraordinarios para acondicionar el recinto legislativo, ni habrá invitados
especiales con cargo al erario– se espera que se hagan a un lado protagonismos
y quede patente la civilidad de los legisladores ante esta señal de apertura
del jefe del Ejecutivo.
AL GRANO
EN CÁRDENAS, el gobernador Adán Augusto López y el
director general de Pemex, Octavio
Romero Oropeza, dejaron constancia que fueron superadas las diferencias o
malos entendidos en torno a la relación entre Tabasco y la empresa
productiva... Y subrayó el mandatario estatal que la nueva relación transita por una nueva vía de cooperación, hermandad y
plena colaboración…
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