miércoles, 23 de octubre de 2019

SIN RODEOS: ¿No más Dr. Simi?


Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com

Por estrechez presupuestal, por corrupción o ineficacia en las políticas de salud, los mexicanos han padecido desde hace mucho tiempo –además de sus dolencias– de servicios médicos deficientes, donde ha fallado el binomio médico-medicina porque siempre falta uno de los dos elementos cuando consiguen se les atienda, y no se diga de especialistas, que también escasean, y de equipos de tecnología avanzada que, o no existen, o están descompuestos.
Aunque en el discurso la salud es prioridad número 1 de gobiernos de todos colores, y no han dejado de edificarse hospitales y unidades médicas, la calidad de los servicios deja mucho que desear, y muchas vidas se han perdido o los cuadros de los pacientes se han complicado debido a carencias de médicos, medicinas, insumos o equipos especializados. Tabasco fue, en los 12 años anteriores al 2019, el ejemplo más vergonzoso de estas deficiencias.
Tan mal han estado los servicios médicos del país, que hoy muchos mexicanos prefieren acudir o llevar a sus enfermos no a clínicas particulares costosas, sino a farmacias donde les obsequian la consulta por la compra del medicamento, o a aquellas donde les dan la consulta a muy bajo costo y les recetan medicamentos genéricos o similares a las marcas patentadas.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador ha dicho no sólo que remediará esta penosa situación sino que le dará a los mexicanos servicios de salud de primer mundo. Ofreció meter orden en IMSS e ISSSTE, crear el Instituto de Salud para el Bienestar –en lugar del Seguro Popular– para atender a la población abierta, e integrar todo el sector. “El compromiso que estoy haciendo es que vamos a tener un sistema de salud como el que tienen en Dinamarca, como el que tienen en Canadá, porque no es un problema de presupuesto, es un problema de corrupción”, expresó en la conferencia mañanera del 23 de mayo.
Y este lunes 21 de octubre, en la mañana, el mandatario dio formalidad a su compromiso, al presentar el Plan de Salud que tendrá como centro de la acción de su gobierno al Instituto Nacional de Salud para el Bienestar (Insabi), que encomendó al tabasqueño Juan Antonio Ferrer Aguilar.
El secretario de Salud federal, Jorge Alcocer Varela indicó que la población mexicana padece diferencias en el acceso y la calidad de la atención, y para superar esta inequidad, mejorar la calidad y eficiencia se creó el Insabi que dispondrá de un presupuesto de 40 mil millones de pesos.
Ferrer Aguilar –maestro en administración, que ha sido delegado del INAH y secretario del ayuntamiento villahermosino– tiene clara su función: proveer y garantizar la prestación gratuita de servicios de salud y medicamentos a la población sin seguridad social, que depende de los sistemas de salud de las 32 entidades federativas y del IMSS-Bienestar.
Frente al mandatario nacional, el titular del Insabi expresó que su tarea será que las actividades de promoción de la salud y la prevención de enfermedades se desarrollen “a sus máximas capacidades”, sin descuidar la atención a enfermos a través de redes integradas que incluyen hospitales y servicios especializados.
“En una primera etapa, vamos a garantizar que no falten médicos y especialistas en todos los establecimientos de salud, que la infraestructura y su mantenimiento sea el adecuado, que no falten medicamentos en ninguna parte de los establecimientos de salud del país, y vamos a basificar al personal que hoy labora por contratos eventuales y de honorarios como un elemento de justicia laboral; hoy existen cerca de 87 mil trabajadores en situación precaria”, apuntó el funcionario federal. Y remarcó: “No volverá a faltar medicamento”.
La segunda función del Insabi –detalló Juan Antonio Ferrer– es garantizar que no falten médicos generales, especialistas y personal de enfermería en los establecimientos de salud; para ello se ha elaborado un plan estratégico para aumentar el personal sanitario en zonas rurales, marginadas, vulnerables o remotas, y se iniciará un proceso de reclutamiento nacional de personal de salud denominado Médico del Bienestar, dirigido a cubrir las plazas vacantes.
Al hablar del Plan Nacional de Infraestructura, apuntó que en diciembre de 2018 se recibieron 317 obras inconclusas; 81 obras ya fueron concluidas. Faltan 236 establecimientos de salud que fueron abandonados, y para ponerlos en funcionamiento se requieren 11 mil 651 millones de pesos para infraestructura y equipos. Además, se harán sustituciones, ampliación, construcción, mantenimiento y conservación de centros de salud en el primer nivel, hospitales de segundo nivel y de alta especialidad, con inversión de 34 mil 254 millones.
El director general del IMSS, Zoé Robledo Aburto remarcó que, a partir de ahora, será “una sola estrategia, en un solo equipo, para un solo objetivo, que es la atención médica en primero y segundo nivel, y los medicamentos gratuitos para todas y todos los mexicanos”.
Quizá por la andanada de acontecimientos relacionados con el caso Culiacán, esta información pasó desapercibida para muchos mexicanos, pero se trata de un enorme compromiso asumido por el jefe del Ejecutivo federal, para garantizarle servicios de salud de calidad y medicamentos gratuitos a toda la población. Y qué bueno que sea un tabasqueño capaz y talentoso, como Juan Antonio Ferrer, quien esté al frente de esta gran empresa.

AL GRANO

“EN TABASCO NO damos garantía de impunidad a nadie”, sentenció ayer el gobernador Adán Augusto López Hernández, al responder a una pregunta de que las cuentas bancarias del jefe de la bancada priista en el Congreso local, Gerald Washington Herrera, habrían sido congeladas, e informar que su gobierno solicitó remover a la delegada de Liconsa, involucrada en prácticas clientelares con los programas sociales del gobierno federal…

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