Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Tras un ayuno que se prolongó 12 años –porque no
hubo fondos, porque se los llevaron compañías de fuera o quién sabe a dónde
fueron a parar–, la industria de la construcción tabasqueña inicia su
recuperación, con la asignación de contratos para realizar obras nuevas o darle
mantenimiento a la infraestructura existente, de parte del gobierno estatal y
de los ayuntamientos, principalmente el de Centro. Ello ha tenido otros efectos:
se reactiva la economía y crece la generación de empleos, golpeadas desde
comienzos de la actual década.
“Comprometimos que no
sabíamos cómo lo íbamos hacer, pero que se iba a privilegiar en la obra pública
y en la proveeduría a los tabasqueños… y de un universo como de 600 obras, desde
chiquitas hasta un poco mayores, y de
todas esas, espero no equivocarme y si no que me corrijan, solamente una la
ganó una empresa que no es tabasqueña”, presumió el gobernador Adán Augusto López Hernández, ante
empresarios adheridos a la Cámara Mexicana de la Industria de la Construcción
(CMIC) en Tabasco, con quienes se reunió el miércoles 9.
Transcurridos nueve meses
de la actual administración estatal y a un mes de rendir su I Informe de Gobierno, Adán Augusto
López puede presumir que se ha frenado la debacle de la economía y de las finanzas
estatales, para darle rumbo a un Tabasco que los dos últimos sexenios estancó
su desarrollo.
Apenas el lunes 7 –en entrevista con Telerreportaje–, el mandatario daba
cuenta que fruto de las medidas del Plan
de Austeridad aplicado por su gobierno se han ahorrado, a la fecha, mil
500 millones de pesos, y estimó cerrar el año con 200 millones más, esto gracias
a que se suprimieron gastos onerosos, como la renta de un avión y un
helicóptero para uso del gobernador en que se iban 117 millones anuales. Con estos recursos
se ha logrado estabilizar las finanzas, que se recibieron
con un déficit de cinco mil millones de pesos, y realizar obras.
Con los constructores, López Hernández
hizo un recuento sucinto de cómo marcha la obra pública en su administración. Precisó que en lo que va del 2019 se han
ejercido más de mil millones de pesos en 600 acciones de infraestructura de todos
tamaños, que comparado con lo sufragado en este rubro en el último año de la
anterior administración –236 millones–, da una idea de que la inversión en obras
en un año “se multiplicó por cinco”, aunque adelantó que posiblemente este año cerrará
con mil millones adicionales, con obras para los municipios, y la primera etapa
del rescate del malecón Carlos A. Madrazo
y la rehabilitación de siete cárcamos que descargan aguas residuales al río Grijalva.
¿Y dónde están las obras? El miércoles 9,
el secretario de Ordenamiento Territorial y Obras Públicas, Luis Romeo Gurría informó que ese día
iniciaba el mantenimiento correctivo a tres puentes vehiculares sobre el río Carrizal y uno, sobre el Grijalva; en ello se invertirán 80
millones de pesos.
El gobernador dio cuenta
que ya están operando los tomógrafos y equipos de resonancia magnética en los
hospitales de alta especialidad, sometidos a rehabilitación, y adelantó que en
enero o febrero estará funcionando el Centro de servicios ampliados Maximiliano Dorantes, que fue
reconstruido, y la Torre Oncológica
del Hospital Juan Graham, totalmente
equipada.
Ayer que estuvo de gira por Tenosique, López
Hernández supervisó el Centro de Procuración de Justicia que fue restaurado con
recursos estatales, y forma parte de un paquete de diez obras de su tipo en
igual número de municipios que estarán rehabilitados este año, y adelantó que
antes que termine 2019 la Fiscalía General del Estado contará con un Servicio
Médico Forense, “moderno y de primer
mundo”, equipado con inversión de 18 millones de pesos.
El
gobierno estatal aplicará 60 millones de pesos en
la modernización de la red de semáforos de Villahermosa, y para 2020 se espera
concluir el
libramiento de villa Estación Chontalpa, en Huimanguillo, y la reconstrucción
de 28 kilómetros de la carretera Balancán-villa El Triunfo. Esto es en
cuanto a obras en proceso.
Quedan
pendientes los proyectos de grandes obras de infraestructura vial –como los
distribuidores viales: Guayabal en
Villahermosa, y los de Cunduacán y Paraíso, así como el libramiento de la
cabecera paraiseña– y las acciones en seguridad pública, como
la creación de un C-5 (Centro de Comando,
Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano), y un nuevo Centro
de Reinserción Social para la capital, que requerirán tres mil millones de
pesos.
Con
tantas obras, cómo no van a estar de plácemes los constructores tabasqueños, que
encabeza Sergio Coll Montalvo, máxime
cuando el gobernador garantiza
que todos, sin excepción, serán incluidos en los proyectos de infraestructura de
su administración, donde no tendrán cabida amigos, hermanos o compadres, ni el
famoso ‘diezmo’.
Esperemos
que este nuevo dinamismo en la obra pública se refleje en la reducción del
desempleo, que ha golpeado mucho a los tabasqueños, y que se dote a la capital
tabasqueña del equipamiento que le hace falta y al estado de la infraestructura
que tanto le han regateado para seguir en la senda del progreso.
AL GRANO
DE LAS PROPUESTAS que ayer dio entrada la 63 Legislatura
local en variados temas, llama la atención la relativa a la regulación de deshuesaderos de vehículos y chatarreras, pues se cree que metiendo en cintura a sus dueños podrán reducirse
los robos de vehículos y de algo que ha sido desde hace tiempo el dolor de cabeza de los automovilistas:
el hurto de tapas de alcantarillas, que ellos compran como fierro viejo… Como que ya
se habían tardado en actuar…
No hay comentarios:
Publicar un comentario