Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Difícil no relacionar el nombre de Gustavo Rosario Torres con el poder
político. Ese poder ha estado asociado con la confianza que han depositado en
él los gobernadores con los que ha colaborado y, también, con su capacidad para
hacerse respetar desde las posiciones que ha ocupado.
Como alcalde de Centro y líder del
Congreso local en tiempos de Enrique
González Pedrero, como secretario de Desarrollo en el régimen de Roberto Madrazo Pintado, como
procurador general de Justicia al inicio del periodo de Andrés Granier Melo y como secretario de Gobierno con Arturo Núñez Jiménez, se le ha
considerado un funcionario poderoso, un súper-secretario.
No se diga la influencia que ejerció
como delegado de la Conasupo en el estado, como diputado federal en la LIV
Legislatura y como coordinador de Giras Presidenciales de Carlos Salinas de Gortari.
Llegó a considerársele cabeza de un poderoso grupo político de
la entidad, cuyos integrantes –con excepción de uno que es hoy compañero suyo
en el gabinete nuñista– se quedaron
militando en el PRI. Él presume que desde hace muchos años no milita en ningún
partido político, aunque colabora para un régimen perredista.
Cuando parecía retirado de la actividad
pública, Rosario Torres reapareció en julio de este año cuando el gobernador
Núñez lo incorporó a su equipo como responsable de la política interna, con un
complemento: el control de la seguridad pública en el estado.
Desde el primer día como titular de la
Secretaría de Gobierno mostró su determinación para desactivar, con el diálogo
y no con la fuerza, cuanto conflicto emergiera.
Con esos antecedentes, con el poder que ejerce,
con la confianza que ha depositado en él Arturo Núñez, para que le opere de
manera directa los asuntos relativos a la gobernabilidad del estado, es difícil
–por más que él se descarte– no considerársele
entre los ‘gallos’ que esté contemplando el mandatario estatal para que entren
al juego sucesorio.
A él tocó iniciar –el lunes 28– la pasarela de secretarios de despacho de
la administración estatal para la glosa del IV
Informe de Gobierno y, como era de esperarse, atrajo los reflectores de partidarios del régimen
gobernante y de sus adversarios.
Habló de los asuntos que
atiende su Secretaría y particularmente del tema de la seguridad, reconociendo
que hace falta un mayor esfuerzo para brindar
tranquilidad a los ciudadanos, aunque resaltó que desde la implementación del Programa Integral de Seguridad Pública se
están apreciando resultados.
En la
sesión de preguntas y respuestas con los diputados, aclaró que él no es jefe
policiaco para tener bajo su mando a la policía, “para eso hay un secretario de
Seguridad Pública”, le respondió al priista Manuel Andrade Díaz cuando le inquirió si ya se había practicado el
examen de control y confianza.
Y acotó: “Eso
no es un problema, señor diputado; si el Congreso así lo determina me someteré
a los exámenes que sean necesarios. No tengo nada oculto en la conciencia”.
Desde luego
abordó el tema de la sucesión gubernamental. Se refirió a los aspirantes en tercera persona. Dijo: “Hay quienes han
expresado interés por competir en las próximas elecciones; algunos de los
aspirantes son servidores públicos, a ellos
el gobernador les ha pedido mantener el respeto a las leyes y no hacer uso de
los recursos públicos que se encuentran bajo su resguardo”.
Cuenta con todos los atributos para que se le considere como aspirante, pero él ha remarcado que su único interés en cumplirle al gobernador en la tarea que le encomendó: sacar adelante la agenda de la política interna.
Cuenta con todos los atributos para que se le considere como aspirante, pero él ha remarcado que su único interés en cumplirle al gobernador en la tarea que le encomendó: sacar adelante la agenda de la política interna.
Si tuviera algún interés
para que se le considere como aspirante a suceder a Núñez Jiménez, sólo él y el
gobernador lo saben, porque si algo ha caracterizado su carrera política es la
discreción.
¿Lo aceptaría el PRD como candidato externo?
AL GRANO
YA LLEGÓ, ya está aquí el nuevo delegado
del CEN del PRI, Jorge Salomón Azar
García… Ayer lo recibieron con fiesta en el Comité Directivo Estatal… Y en
su primera declaración, afirmó que en Tabasco hay un PRI vivito y coleando…
EL EX GOBERNADOR campechano aseguró que como representante
del PRI nacional abordará todos los temas que quieran tratar los actores
políticos locales… “No vamos a mutilar, ni a matizar ninguno”, subrayó y
sostuvo que por apasionados que sean los priistas tabasqueños, “siempre tengo
la cabeza fría, no me dejo calentar”…
AZAR GARCÍA ACLARÓ que tampoco limitará
las aspiraciones políticas de los militantes de la entidad… “No le fijo tiempos
a nadie; cada quien tiene su propia responsabilidad, criterio y razonamiento”… Y
reveló que en un acto de ‘cortesía política’, solicitó una audiencia con el gobernador
Núñez… “Estoy a la espera de una respuesta”, dijo…