Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
La contienda por la gubernatura del año entrante
será la más reñida de todos los tiempos. La disputa se dará entre los candidatos
de tres partidos que hoy son las principales fuerzas electorales de la entidad:
PRD, PRI y Morena.
Por mucho que la dirigencia de alguno de esos
institutos políticos presuma ventaja, nada está decidido aún en el ánimo del
electorado. Ni el ‘arrastre’ de algún
candidato presidencial, ni el ‘voto duro’
son garantía de triunfo.
Ningún partido solo o en alianza con otro podrá
ganar la batalla del 2018 en Tabasco sin cuidar
la selección de su abanderado al gobierno estatal; el factor candidato pesará mucho. Podrá hacerse una muy buena campaña,
pero si el candidato es malo, todo estará perdido.
Ello obliga a elegir al mejor de cada opción
partidista: al más capaz, al de mayor trayectoria, de honorabilidad a prueba de
todo, al más carismático, al que tenga poder
de convencer, al que identifiquen más los ciudadanos, al que posea menos ‘negativos’, al que sume más de esos
atributos y que, por sobre todo, esté en posición de competitividad en la
intención del voto.
‘Los que
deciden’ en cada partido –sea asamblea, comité de notables o gran elector– tendrán que cuidar estos
aspectos. Las encuestas de posicionamiento electoral serán el instrumento más valioso
para la toma de esta grave decisión.
No está de más revisar cómo, hasta el 2012, se
decidieron candidaturas en lo que hasta ese entonces eran los dos principales
partidos de la entidad: PRI y PRD. Remontémonos a la época del tricolor como partido casi único: todos sus candidatos, hasta
1994 fueron decididos por el Presidente de la República en turno o el
abanderado presidencial.
En el año 2000, Roberto Madrazo Pintado le arrebató al Presidente Ernesto Zedillo esa facultad y movió
todos sus recursos para designar a Manuel
Andrade Díaz. El PRD postuló a César
Raúl Ojeda que traía la bendición
de Andrés Manuel López Obrador,
mandamás de ese partido; era su primer intento. Ese año la elección se anuló en
el Trife, y ambos repitieron en la contienda
extraordinaria del 2001 y ganó el priista.
En 2006, ya sin el PRI en Los Pinos, ese partido optó por irse a consulta a las bases para elegir. Se pensaba que el ‘candidato de línea’ del gobernador
Andrade era Florizel Medina Pereznieto,
pero sus bonos estaban por debajo de Andrés Granier Melo, que traía el factor carisma como fortaleza.
Andrade advirtió el crecimiento inusitado del
precandidato Óscar Cantón Zetina y para
evitar que éste arrebatara la
candidatura –como lo confió a sus allegados–, desde antes que arrancara el
proceso interno inclinó la balanza
por el Químico. Raúl Ojeda fue candidato
del PRD por tercera ocasión.
En 2012, la cúpula nacional priista quitó al gobernador Granier la facultad de designar candidato. En el
CEN hubo tremendo manoseo, al grado que una noche se filtró que Luis Felipe
Graham iba de candidato y a la mañana siguiente resultó que el bueno era Jesús Alí de la Torre, el menos competitivo de entre cuatro
aspirantes.
Con Alí, el PRI perdió por primera vez la gubernatura
en 80 años, por simular un juego
democrático para ocultar el desacertado cupulazo,
y acabó entregándosela al PRD, que eligió por encuesta a su candidato de entre Arturo Núñez Jiménez y Adán Augusto López. ¿Cómo le harán en
el 2018?
YA SE APLICA CRÉDITO
Para mejorar el desempeño de las corporaciones
policiacas, en el propósito de garantizar el patrimonio e integridad de la
población, el gobernador Arturo Núñez entregó ayer modernos equipos y unidades
(16 camionetas pick up tipo patrulla) en los que se invirtieron más de 28.8
millones de pesos.
Los recursos del equipamiento provienen del Fondo de Aportaciones para la Seguridad Pública
(FASP) 2017, en tanto que dos vehículos tácticos de intervención (Rinos) –parte del paquete– se adquirieron
con dinero del empréstito solicitado para fortalecer la seguridad pública.
El secretario de Gobierno, Gustavo Rosario Torres aseguró que “el problema (de inseguridad) se
enfrenta con ideas y propuestas claras. Sabemos hacia dónde vamos; no negamos
la situación por la que atravesamos ni practicamos una política de avestruz, ya que contamos con un mapa de navegación, que es el Programa
Integral de Seguridad Pública, el cual busca devolver la tranquilidad a la
gente”.
AL GRANO
CHOCO,
ÉCHALE COCO… A fin
de que los desechos sólidos de la población no sean causa de más anegamientos
en Villahermosa, el alcalde Gerardo
Gaudiano Rovirosa presentó ayer la campaña de concientización: ‘Choco,
Échale Coco: Tirar basura tiene consecuencias’… Queremos “cárcamos que
desalojen agua, no basura”, dijo el edil al recalcar que un factor importante
de inundaciones han sido los residuos que obstruyen los sistemas de desalojo de
aguas pluviales…
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