Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Todavía en 2015 los partidos PRD y
Morena se disputaban la paternidad
del movimiento de resistencia civil
contra la Comisión Federal de Electricidad (CFE). Para ambos institutos
políticos, los clientes morosos de la paraestatal son una suerte de voto duro en las elecciones, un aliciente para acrecentar los sufragios
a su favor en las urnas, aunque ya no lo serán tanto en el 2018.
Al promover la cultura del no pago –inaugurada
aquí por Andrés Manuel López Obrador
en 1995– ambas fuerzas de izquierdas han buscado no tanto aumentar su
membresía; más bien tratan de supeditar
al cliente moroso de CFE a votar por ellos a cambio de un escrito con su logo al que llaman ‘amparo’, carente del más mínimo valor legal.
En la CFE están de plácemes porque sus negociaciones y convenios con usuarios morosos
de todo el país, le permitieron recuperar cuatro mil 682 millones de pesos de
la cartera vencida, que más bien
parecía cartera perdida.
¿Y qué cree? El 84.7 por ciento de los
clientes que decidieron ponerse al
corriente con sus pagos del consumo de energía eléctrica, son de Tabasco,
por lo que la cartera vencida del
país que ascendía a 43 mil 320 millones de pesos, disminuyó en 10.81 por ciento,
para colocarse en 38 mil 638 millones de pesos. (Excélsior, 04May.2017)
“Tabasco –apunta el diario– es el caso
más significativo, pues producto de una estrategia política para llamar a sus
ciudadanos a no pagar la energía eléctrica, promovida por el partido Morena
(sic), es la entidad con el mayor nivel de morosidad”.
La nota –que se sustenta en el Informe Anual que la CFE entregó a la
Comisión Permanente del Congreso de la Unión– precisa que en el 2015, los
adeudos de los tabasqueños sumaron 14 mil 553 millones de pesos, pero para 2016
disminuyeron a 10 mil 583 millones, luego de la recuperación de tres mil 970
millones, producto de la regularización en la prestación y pago del servicio, incluida
la cartera vencida.
¿Cómo se ha menoscabado a la resistencia civil? Se precisa que durante
2015, la CFE tenía convenios con los usuarios de Tabasco por dos mil 314
millones de pesos; en 2016 esos convenios implicaron mil 666 millones de pesos;
es decir, los clientes cumplieron con los pagos pactados con la empresa.
Para el analista Sergio Sarmiento, el enorme nivel de morosidad
de los tabasqueños con CFE no es tanto porque sean ‘incumplidos’. Éstos índices
se dispararon en Tabasco cuando López
Obrador promovió una campaña de ‘resistencia
civil’ en 1995, que incluía el no pago de electricidad, para protestar por
un supuesto fraude electoral en las elecciones de 1994, apuntó.
Y remató: “La negativa a pagar se generalizó desde
entonces y hoy muchos tabasqueños se dicen que no van a ser más tontos que sus vecinos, quienes a
pesar de que no pagan siguen gozando del servicio”. (Reforma, 08May.2014)
Es buen síntoma que muchos tabasqueños que
estaban en resistencia civil, hayan
decidido pasarse a las filas de los clientes
cumplidores al cubrir adeudos que, tarde
o temprano, tendrían que saldar. Muchos aceptaron los esquemas de pagos diferidos,
compensados con una aportación del gobierno estatal, para ponerse al corriente y evitar cortes
de luz, que la CFE aplicaba con extrema dureza.
Esto
evitará lo más deleznable de esta situación, que partidos se aprovechen de los
ciudadanos para, en aras de una supuesta protección
para evitar cortes del suministro
eléctrico, condicionarlos a que les otorguen sus votos.
Hay que
persistir para que a Tabasco se le otorgue una tarifa justa, que permitan al ciudadano cubrir lo que consume de
energía, porque la CFE no es ni alma de
Dios con los montos que cobra, ni la empresa
de clase mundial que presume ser con los servicios que brinda.
AL
GRANO
LO QUE AÚN
no se entiende es cómo la CFE le regala,
con cargo al bolsillo de los mexicanos, la energía eléctrica a más de 74 mil
trabajadores activos sindicalizados, que consumen anualmente más de 45 mil
millones de pesos, casi el monto de su cartera
vencida. Que alguien me explique…
MUY INTERESANTE disertación dio ayer el gobernador
Arturo Núñez Jiménez en la prestigiosa
Universidad Pompeu Fabra, en Barcelona, donde habló de los riesgos de la
democracia mexicana… “Ya no existe el fraude en el padrón electoral, en la
lista de votantes o en el propio sufragio; pero en las condiciones de la gente
sí hay una brutal desigualdad social” que podría llevar al país de un sistema
democrático a uno plutocrático… Votos
por dinero… Ya abundaremos.
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