Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
En el 2018 el voto tabasqueño se fraccionará en tres: el PRD querrá retener la
gubernatura y hará todo lo que esté a
su alcance para lograrlo; el PRI irá en pos de recuperar el edén perdido y aún no se ve con quién pueda
lograrlo, y Morena tratará de demostrar que tiene estructura, liderazgo y
propuesta para convertirse en nuevo partido gobernante.
Pero antes que llegue el momento en
que el ciudadano tenga que decidir a cuál de esos tres partidos otorgarle su
voto –no se ve en el escenario que PAN o PVEM puedan ir a la contienda con una
oferta competitiva, atractiva para el electorado, y a la candidatura independiente no se le ve futuro por ahora–, deberá
resolverse quiénes serán los candidatos.
No creemos que designar candidato a
gobernador sea una dificultad mayúscula en Morena. Ahí sólo decide uno y a no ser que cambie de idea,
el jerarca nacional de ese partido, Andrés
Manuel López Obrador ya dio su visto bueno
para que su dirigente estatal, Adán
Augusto López Hernández, sea el primer abanderado de este partido a la Quinta Grijalva.
Las cosas se complicarán al PRI y PRD,
que tienen aspirantes por montón, o
como lo dijo el gobernador Arturo Núñez
Jiménez, en reciente entrevista: hay
más aspirantes a la gubernatura, que vacas por hectáreas en Tabasco.
Si no cambian las reglas del viejo estilo de hacer política en el PRI, reeditadas por Enrique Peña
Nieto desde su campaña presidencial –recordemos que él, Peña-candidato, tomó la decisión final para que Jesús Alí de la Torre contendiera para
la gubernatura en 2012–, corresponderá al candidato a la Presidencia de México
en el 2018 ser el fiel de la balanza
en Tabasco.
Con lo desgastado que anda el Presidente Peña Nieto, se ve muy difícil que
quiera entrometerse en esta camisa de
once varas llamada Tabasco. Así que el candidato del tricolor a sucederlo
tendrá manga ancha para optar, sea
por un personaje de su predilección o afecto, o por el aspirante mejor
posicionado en las preferencias ciudadanas.
Y lo que son las cosas: si el
escenario priista queda como está en este preciso momento, con Chucho Alí fuera de la jugada, el candidato presidencial tendrá que optar por
una mujer, la primera mujer para abanderar al PRI en una contienda para
gobernador de Tabasco.
Hay tres féminas en la mira: Georgina
Trujillo Zentella, diputada federal y secretaria general adjunta del CEN de
ese partido; Candita Gil Jiménez, ex
rectora de la UJAT y actual directora nacional de Conalep, y Ady García López, ex diputada federal,
consultora de medios y asesora externa del secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong.
El proceso interno priista –independientemente
de quién tome la última palabra– será
muy complicado. Los militantes no le permitirán al PRI una decisión al margen
de su voluntad.
Más defecciones y el voto de castigo amenazan la posibilidad
de que el PRI recupere el poder en Tabasco. Pero los principales peligros son:
la simulación y la imposición de parte de su cúpula.
Y en el PRD el juego sucesorio requerirá mucha habilidad y tacto político para
definir una candidatura que en este momento tiene a ocho aspirantes, o nueve si
aparece un tapado o caballo negro con aval del perredista
que despacha frente a Plaza de Armas.
Ya se anotaron cuatro: David Gustavo Rodríguez Rosario,
Pedro Jiménez León, Óscar Cantón Zetina y Juan Manuel Fócil Pérez. Otros
cuatro pretendientes de la
candidatura están esperando el momento
idóneo para hacer su anuncio: César
Raúl Ojeda Zubieta,
Fernando Mayans Canabal, José Antonio de la Vega Asmitia y Gerardo Gaudiano Rovirosa.
¿Jugará el PRD a continuar en el poder
con el mejor posicionado de sus aspirantes, o se impondrá a un candidato para
tratar de hacerlo ganar a como dé lugar…
un tanto al estilo del viejo PRI?
Las cosas comienzan a
ponerse interesantes en esta sucesión
adelantada. La gente quiere sangre
y están pidiendo a los afines a Jesús Alí que se decidan: ¿siguen en el PRI o
se van a la aventura del ex candidato
a gobernador y su sueño de ser candidato
independiente? Hay algunos que tienen mucho, mucho que perder si se van… Y
deben definirse ya.
AL GRANO
Le digo que la del 2018 será una
elección de tercios y aunque exista un candidato
independiente, éste no estará en posibilidad más que de… hacer el ridículo…
Tabasco no es Nuevo León. No se ve ningún Bronco
en la palestra.
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