Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
El escenario parece el mismo que en 2012
al cierre del régimen granierista. Otros
son los actores y otro el guion, pero se está reditando la película de
una ciudad envuelta en caos vehicular a consecuencia de la crisis financiera en
que está atrapado el gobierno nuñista,
que desencadenó en paros laborales y nueve bloqueos de vialidades por parte de
burócratas, empleados universitarios y locatarios del mercado José María Pino Suárez, que no
encontraron mejor forma de reclamo a las autoridades que la vía de la
afectación a terceros.
Los burócratas (maestros de telesecundaria,
jubilados y pensionados del ISSET, y empleados del Ifortab exigen –y con razón–
pagos de quincenas, aguinaldos y prestaciones no cubiertas en los plazos de ley
por las secretarías de Educación y de Finanzas estatales; caso similar es el de
los docentes y trabajadores de la UJAT y la UPCH, y por lo que hace a comerciantes
del principal centro de abasto de Villahermosa, su protesta tiene que ver con
un adeudo a la CFE que cortó el
suministro eléctrico al mercado provisional de la colonia Casa Blanca, y exigen
que la factura la paguen las autoridades.
Los ciudadanos no toleramos nos amuelen el día
obstruyendo las vías que comunican a sitios donde realizamos nuestras
actividades cotidianas. Los afectados fueron también personas en tránsito a la
Península de Yucatán que no pudieron pasar el puente Los Monos en la carretera a Cárdenas –cerrado por tercer día–, y
ayer lo padecieron también pasajeros de líneas aéreas que se toparon que el puente Grijalva I que da acceso a Villahermosa,
estaba cerrado también. Y tanto los manifestantes, como los terceros afectados tronaron contra el
gobierno estatal, al que señalan como causante
de todos los males.
Los ánimos están caldeados. Lo comprobamos el martes 18 cuando empleados del
Hospital del Niño Rodolfo Nieto Padrón
retuvieron por más de seis horas a la esposa del gobernador Arturo Núñez Jiménez, profesora Martha Lilia López Aguilera, que acudió
al nosocomio donde fue intervenido quirúrgicamente un familiar cercano. Eso no
importó al personal que lleva semanas exigiendo pago de prestaciones y de dotaciones
de medicamentos e insumos, como ocurre con los demás hospitales públicos.
Se trata de medidas extremas a que recurren ciudadanos inconformes –en este
caso empleados del sector público– que no encuentran otra forma de hacerse
escuchar y ser atendidos en demandas relacionadas con pagos no cumplidos de
salarios y prestaciones, máxime cuando el responsable de las finanzas de la
entidad no da la cara… ni a los demás
secretarios del gabinete.
Lo ocurrido ayer, con protestas callejeras
en nueve puntos de la capital tabasqueña, hace suponer que no están funcionando
el diálogo y negociación; la política
interna responsabilidad de Rosendo
Gómez Piedra, que no sabe en la que
se metió cuando aceptó hacerse cargo de la Secretaría de Gobierno hace tres
meses y tres semanas, cuando ya se veía venir la crisis de fin de sexenio.
En medio de este caos, los que buscan ganancia del río revuelto esparcieron en redes sociales el rumor que Arturo Núñez
abandonó el estado vía aérea. Desde su cuenta de Twitter, el gobernador salió a aclarar
paradas: en un primer mensaje, agradeció la ‘solidaridad’ del Presidente Andrés Manuel López Obrador y del
gobernador electo Adán Augusto López
Hernández en esta crisis, y afirmó: “Cumpliremos todas las obligaciones del
gobierno del Estado con su personal”. Y en el otro, dejó claro que no se ha ido:
“Estoy pendiente desde mis oficinas en Villahermosa de la recepción de los recursos
federales en apoyo a Tabasco”.
Es sin duda una difícil coyuntura la que
enfrenta la administración encabezada por Arturo Núñez, que a la luz de los
acontecimientos no sólo puede atribuirse todo a la debacle petrolera –de la que
dependen en gran parte los ingresos estatales– sino también a negligencias e
incompetencias de funcionarios.
El coordinador de la Comisión de Salud
en el Congreso local, el morenista Manuel Gordillo Bonfíl señaló que “cuando la sociedad sale a las
calles a manifestarse es que hay total
ingobernabilidad e incapacidad del gobierno del Estado” para resolver los
problemas. (Telerreportaje,
20Dic.2018)
¿De verdad ocurre eso? Hay que subrayar
que se trata de un escenario de crisis
en el que han emergido protestas de grupos de burócratas que no son mayoría –ésta
la representa el personal sindicalizado y de base que sí está cobrando sus
percepciones sin contratiempos–, y del cual el gobierno perredista no ha podido
salir avante, porque se le acabó el circulante
y no le ha llegado el oxígeno que ha
buscado en el gobierno federal que se fue y en el que llegó con el paisano al
frente.
Leímos el comunicado del equipo de transición del gobernador
electo. Qué bueno que se advierte que se revisará
minuciosamente la información que reciba de adeudos del actual gobierno, en
especial del sector salud, en el que se cree existen sobregiros, pasivos por encima de techos presupuestales.
Es sano, para este estado enfermo, que el Presidente López
Obrador diga que está buscando la manera de adelantar
participaciones federales a las entidades que tienen problemas financieros para
pagar aguinaldos y otras prestaciones, e indicó que aun cuando no es fácil
realizar este adelanto, existe una posibilidad
haciendo uso de remanentes y fondos. Como sea. Ojalá llegue pronto la
ayuda, para atender los pagos que este gente merece, atender la emergencia hospitalaria, y evitar que Adán
López herede problemas, aunque no deben aceptarse irregularidades; de nadie.
Tampoco puede dejarse que los pacientes se mueran en los hospitales; algo debe
hacerse. Ya se hizo hace seis años.
AL
GRANO
TOMAREMOS UNOS DÍAS de descanso; quizá
no merecidos pero sí necesarios para convivir más con la familia estos días… Y
regresaremos –Dios mediante– el día 31 de este mes, para despedir juntos el
2018… sin rodeos… LES DESEO que en
sus hogares pasen la mejor de las navidades,
con el nacimiento de Jesús en sus corazones…
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