Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
¿Cómo andará la inseguridad que el lunes 4 de marzo
hubo 13 ejecuciones en diversos puntos de la geografía tabasqueña? Más allá de
lo que anotaba ayer en XEVA Noticias el
gobernador Adán Augusto López Hernández
acerca de esta ola de violencia, de que las víctimas estaban relacionadas con ilícitos
del orden federal, esto no lo sustrae de su responsabilidad de mantener el
imperio de la ley, poner freno a la impunidad de organizaciones que se dedican
a delinquir y, sobre todo, procurarle tranquilidad a la población.
Pese a que en el sexenio anterior se maquillaron las estadísticas en la
Fiscalía General del Estado (FGE) para aparentar un descenso en la incidencia
delictiva en el 2018, Tabasco es líder nacional en muchos indicadores relacionados
con delitos de alto impacto, como el robo de automotores que, de acuerdo a lo
que revelaba ayer el mandatario estatal, supone la operación de una bien
estructurada red de complicidades, pues de cada 10 vehículos hurtados, ocho salen
rumbo a Chiapas. ¿Cómo burlan los puntos
de control?
Habrá que poner mucha atención a esta estrategia,
vigilar con lupa la forma en que actúan
allí los elementos policiacos tanto federales como estatales, sobre todo ahora
que se ha anunciado que este año se establecerán siete bases de operaciones adicionales a las que ya existen en Balancán,
Paraíso y Huimanguillo, esta última visitada el lunes por Adán Augusto López.
La inseguridad pública es un tema tan complejo que
pareciera difícil acertar por dónde comenzar. Sanear las corporaciones puede
ser un buen punto de partida, pues cualquier estrategia orientada a procurarle
seguridad a los tabasqueños se toparía con actitudes deshonestas de mandos y
elementos policiales. La depuración, a partir de los exámenes de control de confianza, debe continuar en todas las
corporaciones y no excluir a nadie que tenga que ver con la función policiaca.
Hay más de mil 500 agentes reprobados…
¿se puede trabajar con ellos y dar resultados positivos? No creo, por ello es
sano que se sopese la posibilidad de liquidarlos conforme a la ley; esto se
analizará en el seno del Consejo Estatal de Seguridad Pública.
Muchas cosas se hicieron mal en el pasado. Por
ejemplo, las irregularidades en el manejo de los 700 millones de pesos del
empréstito obtenido por la administración anterior para reforzar a
corporaciones policiacas y hacer frente a la delincuencia. Le dieron mal
destino y uso a ese dinero, y el resultado no fue otro que el fracaso. Ni maquillando las cifras pudieron ocultar
que dejaron un Tabasco más inseguro, cuya población vive en zozobra permanente.
Ahora se están documentando las anomalías que se cometieron en el manejo de ese
dinero y habrá de procederse penalmente contra los responsables.
Tan mal dejaron todo, que el nuevo régimen está
confeccionando su propio plan integral,
a partir de recursos propios, de aportaciones federales e incluso vía otro empréstito
para armar una bolsa de más de mil millones de pesos, que permita dotar a las
fuerzas de seguridad de armamento y equipamiento moderno, y establecer un C-5 en el que se haga uso de tecnologías
para diseñar estrategias en contra de la delincuencia que azota a los
tabasqueños.
Fíjese que ayer, mediante el seguimiento que se dio al hurto de un auto con imágenes de las
cámaras conectadas al C-4, la Secretaría
de Seguridad y Protección Ciudadana (SSyPC) obtuvo un logro que difícilmente
habría podido alcanzar cuando este equipamiento estuvo a cargo de un área
política: recuperar el vehículo y detener al presunto roba-coches en poco
tiempo.
Todavía falta mucho para que cantemos victoria con los resultados obtenidos los dos primeros
meses de la actual administración; sin embargo, no debe pasar desapercibido que
se han desmembrado bandas de asaltantes a tarjetahabientes,
de huachicoleros, de atracadores a comercios
establecidos, y de ladrones de autos y casas-habitación con uso de violencia.
El jefe del Ejecutivo estatal ha dado al rubro de
la seguridad la máxima prioridad; de
ahí que ha estado fortaleciendo a las policías municipales, como lo hizo el
lunes en Huimanguillo, donde entregó cinco patrullas donadas por Pemex, y
anunció que se dotarán en breve 157 patrullas a la SSyPC para fortalecer la
vigilancia policial y abonar al objetivo de recobrar la tranquilidad.
Adán Augusto López ha dicho que en un plazo de seis
meses se notará el cambio en el tema de la seguridad pública. Las mediciones
que se hagan de percepción de inseguridad determinarán si la ratificación de
Jorge Aguirre al frente de la SSyPC fue acertada, y si las acciones en la FGE son
adecuadas.
Tabasco está urgido de la llegada de capitales
privados, tanto nacionales como del extranjero, que generen empleos. Pero
debemos asumir que no habrá inversiones sin garantías a los capitales privados
y seguridad a la población, y tampoco podrá terminar la inseguridad si no hay
opciones de empleo provechoso y oportunidades de superación para los
tabasqueños.
AL GRANO
PREPARÉMOS PARA VIVIR la Cuaresma.
Yo ya llevo dos meses…
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