Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Independientemente de la estrategia emprendida en
conjunto con instituciones de seguridad federal y las municipales, para reducir
la alta incidencia delictiva en todo Tabasco, el gobierno estatal ha puesto en
marcha acciones especiales para atacar aquellas zonas donde se han disparado los indicadores en delitos de alto impacto, esos que
siembran zozobra y quitan el sueño a la población.
¿De qué se trata? De reforzar la presencia de
agentes de corporaciones estatales y municipales, junto a elementos del
Ejército, para disuadir a delincuentes que se han asentado en determinados
territorios o pretenden hacerlo con actos de violencia que generan terror entre
la ciudadanía.
De esto habló ayer el jefe del Ejecutivo estatal,
cuando informó que esta semana se puso en marcha un operativo especial de vigilancia para restablecer la seguridad y
tranquilidad en dos populosos sectores de la capital tabasqueña: las colonias
Gaviotas y La Manga, con más de 30 mil residentes, donde las últimas semanas se
han escenificado ejecuciones de personas que presuntamente estaban vinculadas a
células de narcomenudistas.
A sus carencias y al abandono de las autoridades,
los habitantes han sumado el temor de sentirse inseguros, a merced de los
maleantes. Esta situación crítica no pudo ser ajena para Adán Augusto López Hernández, quien dio a conocer que esta semana la
Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana (SSPC) implementó, en
colaboración con la 30 Zona Militar, tácticas para vigilar y disuadir el delito
en las colonias de todo Gaviotas y La Manga, ubicadas en la margen derecha del
río Grijalva, que las separa del otro
Villahermosa.
Además, el gobernador informó que fueron instalados
puntos de control en las vías que
comunican a Huimanguillo y Cárdenas con Veracruz y Chiapas, una zona porosa para el trasiego de droga,
inmigrantes ilegales y huachicol.
Muchas noticias que nos llegan pudieran darnos la
imagen de que las cosas no mejoran en materia de seguridad. A veces no nos
enteramos de los hechos en forma objetiva y nos quedamos con versiones
periodísticas sesgadas, sea por falta de espacio, por ausencia de
profesionalismo o simplemente mala leche.
Nos enteramos hace un par de días que una pareja
fue asaltada por dos sujetos con una pistola de plástico. Si nos quedamos con
ese dato, podríamos pensar: ‘hasta dónde hemos llegado’. No se nos dijo sino hasta
el final del reporte noticioso, que las víctimas pidieron auxilio a la
autoridad, que hubo inmediata respuesta policiaca y que gracias a las
tecnologías –por medio del GPS
activado en un celular robado– se
pudo localizar a los maleantes, detenerlos y recuperar todo el botín. No
estamos tan mal como muchos piensan. Pero desde luego que podemos y queremos
estar mejor; sentirnos seguros o confiar en que quienes quebranten la ley,
pagarán por su falta.
López Hernández nos aseguró que existe un trabajo
permanente de combate a la delincuencia –citó que como resultado de estrategias
y la coordinación entre instituciones federales y estatales de seguridad, se ha
logrado disminuir el índice de secuestros: en enero no hubo registro y en
febrero, se reportaron tres casos, de los que dos fueron resueltos–, y adelantó
que éste se verá reforzado con la puesta en marcha del Plan de Seguridad de Tabasco y la entrada en operación de la
Guardia Nacional, que tendrá cinco destacamentos en la entidad.
¿Qué falta? El punto más importante de cualquier
estrategia en la materia es sin duda el reforzamiento de las corporaciones,
dotándolas de equipamiento, tecnologías y de elementos profesionales, capaces y
de conducta intachable. Esto último es todavía el talón de Aquiles de todas las policías en México.
Hay un dato que refleja qué tan confiables son nuestros policías: el
Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SNSP) evaluó
a 11
mil 239 efectivos de las diversas corporaciones, de los cuales mil 573 agentes activos
no acreditaron los exámenes de control de
confianza. ¿Qué se puede hacer con estos elementos? ¿Será posible darles
una nueva oportunidad para que se
conduzcan de manera correcta o, de plano, hay que darles de baja para depurar y sanear
a las fuerzas del orden? Ese es un reto del tamaño
del mundo, porque el despido implicará enviarlos a engrosar las filas del
crimen.
Habrá que dotar a las fuerzas de seguridad
de sangre nueva, bien preparada y con
valores bien cimentados, y a quienes permanezcan en ellas, someterlos a
capacitaciones y evaluaciones periódicas, permanentes para que… no se aparten de la ley. Todo queremos
que haya resultados; todos queremos vivir en paz. Lo merecemos.
AL GRANO
¿APLANADORA EN EL CONGRESO?... Par reírse
la queja manifestada por legisladores locales del PRI y PRD, que recriminan a la
bancada de Morena –la mayoritaria– que recurra a ‘viejas prácticas’ como el
avasalle a la oposición… ¿Se acordarán cuando el PRI era el partido aplanadora, o el PRD se quedaba
con todo el pastel hace apenas unos
meses?...
No hay comentarios:
Publicar un comentario