Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Eso que estamos viendo ahora en las
contiendas de 14 entidades –en 12 se renovarán gubernaturas y en el DF se
elegirá asamblea constituyente–, donde candidatos y dirigentes partidistas se
están dando con todo, exhibiendo sus pobrezas morales en lugar de sus
propuestas a un universo de casi 30 millones de electores que están convocados
a sufragar el 5 de junio, es un preludio de lo caldeado que puede estar el
ambiente de la elección presidencial de 2018, que será la ‘más reñida’ de la
historia de este país.
La guerra
sucia desatada en estos procesos locales ha sacado a flote todo: lo mismo
hemos visto acusaciones –acompañadas de audio-grabaciones, foto-montajes y
hasta testimonios falsos– de presunta infiltración del narco en campañas de uno u otro bando en un mismo estado (¿alguien
dijo Tamaulipas?), que de candidatos ‘pederastas’ o con fortunas inimaginables
que incluyen propiedades en el extranjero. Hasta salen a relucir expedientes
judiciales a los que años atrás se les había dado carpetazo.
Difamar es lo de menos –aunque se afecte
a terceros y nadie lo impida–. Y en los cuartos
de guerra de candidatos eso se justifica con la idea que es lo mejor para
desacreditar y quitar preferencias a oponentes o sacarlos de la jugada.
Acá vivimos un poco la salpicada de esas inmundicias políticas
en la reciente elección extraordinaria de alcalde de Centro. Los que se sabían
perdidos llenaron de lodo espacios en
medios de comunicación y en redes sociales, para buscar la anulación en tribunales,
propósito que esta vez parece infructuoso.
–¿Cómo
ve el escenario a dos semanas de las elecciones? –pregunta al Presidente Enrique Peña Nieto la reportera Rosa Elvira Vargas (La Jornada, 23/mayo/2016)
“Hay gran efervescencia –expresa el
mandatario–. Campañas que han estado cargadas de mucho lodo y basura. No es el
mejor tono de una campaña. Siempre he estado en favor de las campañas limpias y
propositivas. Sin embargo (ahora) en todos los partidos se han respondido unos
a otros de forma a veces muy sucia, muy agresiva. Pero tampoco debe
sorprendernos”.
–¿Ese
ambiente le hace mal a la democracia? –se le inquiere.
“Para mí, en lo personal, no es lo
deseable. Soy más de los que creen en las campañas de propuestas. Pero también
hay que decir que así son. O sea, que tampoco nos sorprenda. Creo que, a final
de cuentas, prevalecerá la opinión, el criterio y el voto informado que tenga
la gente. Lo importante es que esto no desaliente la participación del
electorado”, expone.
–Para
quienes dicen que este es el arranque hacia 2018...
“No creo mucho esto. Cada elección
tiene su condición; ninguna puede proyectar un resultado del mañana. De eso
estoy absolutamente convencido. Cada una tiene su condición, su dinámica, su
juego, equilibrios, balances. Vamos a tener estos resultados. Punto. ¿Y tienen
que ver algo o sin proyección de lo que pueda ocurrir en 2018? Creo que no”.
Eso opina el Presidente de México de esta
batalla electoral de 14 entidades; resalta su creencia que la decisión que
tomen los electores el 5 de junio, no será indicio del veredicto de las urnas
en la elección presidencial de 2018.
Lo que no abundó Peña fue que el ‘lodo
y basura’ de 2016 puede extenderse hasta la elección de su sucesor. Esto preocupa
a actores que ven cómo esta guerra cargada
de infundios y golpes bajos puede ensuciar
nuestra endeble democracia, sobre todo cuando parece que no existe forma legal
de frenarla.
Y por lo visto, para algunos esto se
ha convertido en negocio, porque hay quienes por encargo se dedican a espiar
actores políticos, interceptan llamadas telefónicas, se cuelgan de sus conversaciones y venden a sus adversarios
grabaciones de video, audios y fotografías para la guerra sucia. Vaya, son ilegalidades que antes se hacían desde el
gobierno.
Los senadores Miguel Ángel Chico Herrera, del PRI; Héctor Larios, del PAN, y Alejandro
Encinas, del PRD advirtieron que las autoridades y la clase política deben
evitar el crecimiento del mercado de
la guerra sucia, porque seguir con
esa dinámica puede convertir el 2018 en un terreno de golpes bajos y no de propuestas. (Excélsior, 24/mayo/2016)
“La
cantidad de lodo y de materia escatológica lanzado en las últimas semanas no
ayuda, sino al contrario lastima a la democracia en nuestro país”, señala el
líder de la Cámara de Diputados, Jesús
Zambrano (Capital México, 24/mayo/2016)
De los
resultados de las votaciones en esas entidades que concentran 36 por ciento del
electorado nacional, se verá en los días posteriores qué tanto perjudican a candidatos
y de qué modo influyen en resultados estas guerras
de lodo, que en 2016 se han llevado al extremo.
AL GRANO
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