Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Con adversarios que se resisten a
reconocer su triunfo electoral en la elección extraordinaria del 13 de marzo –esta
vez con diferencia porcentual mayor, casi dos a uno, de la contienda de 2015–, Gerardo Gaudiano Rovirosa va librando los
obstáculos de índole jurídica que aquellos le colocan para impedirle llegar al
Palacio Municipal de Tabasco 2000.
A menos
de un mes del plazo fijado por el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la
Federación para que se realizara y calificara la elección extraordinaria y se
diera la asunción del ganador, al joven perredista le queda librar las
impugnaciones en las salas regional y superior del TEPJF, luego de que aquí el Tribunal
Electoral de Tabasco decretó inoperantes e infundadas, en su mayoría, la lista
de supuestos agravios presentados por Morena y PRI, que ocuparon segundo y
tercer lugar en la votación.
Del cúmulo
de presuntos agravios que enlistaron ambos partidos, que van de la compra de votos al traslado indebido de
paquetes electorales y rebase de topes
campaña, de la falta de residencia en Centro del abanderado perredista a la violencia política contra la candidata priista,
a juicio de los magistrados del TET sólo se acreditaron irregularidades en
cuatro casillas, que fueron anuladas pero insuficientes para variar la ventaja
entre primero y segundo lugares.
No
conforme con su sorpresivo segundo lugar en la votación, el dirigente estatal
de Morena, Adán Augusto López Hernández
anunció que acudirán a la instancia superior para agotar su denuncia por
“el gasto desmedido, por el manejo indebido que le dio el PRD a esta elección,
con la compra del voto, la coacción y el uso de las tarjetas de crédito o de
débito”.
El PRI, con su tercer lugar, está en
las mismas: de acuerdo a su representante ante los órganos
electorales, Félix Eladio Sarracino
Acuña, irán hasta la última instancia en busca de la “verdad jurídica”, y
descalificó la sentencia unánime de los magistrados estatales, a la que tachó como
“oscura, parcial y subjetiva, que no se apegó a los lineamientos
constitucionales y legales para poder procurar justicia”.
La lista de exigencias del
PRI es extensa e incluye hasta la inequidad en los medios de comunicación y ‘violencia
política’ en contra de la mujer.
Ambos partidos
tienen hasta el jueves para llevar su apelación a la Sala Regional del TEPJF en
Xalapa, Veracruz.
El presidente
municipal electo de Centro tiene una lectura diferente de sus opositores. Para
Gerardo Gaudiano, la sentencia del Tribunal estatal “va en el sentido que
mandataron los ciudadanos la primera vez, el 7 de junio y la segunda vez, el 13
de marzo. La primera vez gané con una diferencia de 13 mil votos y la segunda
con más de 20 mil, lo cual habla de que los ciudadanos se expresaron cada vez
con mayor contundencia, con mayor fuerza”.
De lo que lo
acusan, sostuvo, “no se acreditó nada, estoy completamente limpio, tanto yo
como mi partido”; en contrapartida, señaló que en el PRD “sí pudimos documentar
las pruebas necesarias para demostrar que el PRI y Morena sí rebasaron los
topes de campaña”.
¿Hasta dónde
llegará este diferendo jurídico? Contrario a la elección de 2015, cuando el
órgano electoral actuó con una torpeza tal que los ciudadanos de Centro no
tenían la certeza del sentido que habían tenido sus votos una semana después de
la jornada electoral, en la elección de este 13 de marzo los resultados
preliminares fluyeron con celeridad, fue una jornada pacífica y aunque fue
inevitable el elevado abstencionismo, hay una diferencia abismal de votos entre
el primero y segundo lugar.
El viernes le
escuché decir al dirigente estatal priista Miguel
Ángel Valdivia de Dios –en entrevista radiofónica– algo muy sensato: que su
partido agotará las instancias jurídicas; esto es, si reciben un revés en
Xalapa irán hasta la sala superior del TEPJF en la Ciudad de México.
Y reflexionaba Valdivia acerca de lo
que puede ser el desenlace de esta contienda: “Es complicado obtener un
resultado que nos permitiera obtener una segunda anulación; no se han dado los
casos, son remotas las posibilidades”, máxime cuando en la votación fue “muy
grande la diferencia”.
Esperemos que todo se resuelva por la
vía del derecho y de las instituciones, que ha sido la ruta que han seguido
hasta ahora Morena y el PRI, así como el PRD como tercer interesado.
Sería muy lamentable que después del
tiempo perdido tras la anulación de las votaciones del año pasado, continúe un
conflicto que afecte la gobernabilidad en la capital tabasqueña.
Esperemos que tras agotarse la última
instancia y que se certifique la legitimidad de los votos de los ciudadanos de
Centro, los partidos vuelvan a lo suyo: prepararse para las elecciones de 2018,
y el ayuntamiento, a cumplir con sus obligaciones, brindando servicios de
calidad y a desplegar acciones que permitan mejorar las condiciones de vida de
los habitantes y el desarrollo del municipio.
Por lo pronto, Gerardo Gaudiano
parece dispuesto a no perder más tiempo; se dice decidido a trabajar ‘de la
mano’ con los otros dos órdenes de gobierno, y a emprender una ‘gran alianza’
con los ciudadanos más allá de los partidos políticos.
AL GRANO
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