Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
La realidad es ésta: Morena es el
partido que más creció de 2015 a la fecha. En 2016 no ganó una sola de las 12
gubernaturas en disputa, pero su votación se incrementó como la de ningún otro
partido, incluido el PAN que triunfó en siete estados. Sin embargo, aunque su
líder nacional Andrés Manuel López
Obrador es hoy el puntero en las
encuestas de preferencias electorales para la Presidencia de la República, su
expectativa de votación no le dará para ganar
solo –él y Morena– en el 2018, por lo que ya tiró su anzuelo a la otra fuerza de izquierda: el odiado PRD, su ex partido.
Desde hace buen rato, el oriundo de
Tepetitán ha declarado que con los perredistas no va ni a la esquina. Los acusa de estar en contubernio con lo que llama
la ‘mafia del poder’, que no es otra
cosa que todo aquello que sea distinto a él. La ambición de poder, su anhelo de
llegar a Los Pinos en un tercer
intento lo ha hecho dar un giro de 180 grados en su postura y hoy parece
dispuesto a ir en alianza –¿amafiarse?–
con ellos, para que las fuerzas de izquierda puedan ganar la elección
presidencial que han buscado desde 1988.
Como sea, hoy López
Obrador es el rival a vencer.
Un mes antes de los comicios de este año, el presidente de Consulta
Mitofsky, Roy Campos, afirmó que
si bien el opositor tabasqueño no llegará a las elecciones de 2018 con la holgura
con que compitió en 2006, tanto él como Margarita
Zavala (PAN) y Miguel Ángel Osorio
Chong (PRI) se ubican en el ideario popular como los principales aspirantes
rumbo al 2018. (El Universal,
03/mayo/2016)
Cruce de datos de los comicios de 2015
con los de junio del presente muestran que el partido de López Obrador ya
desbancó al PRD como tercera fuerza al casi
duplicar el 5 de junio la votación obtenida hace un año en las votaciones de
diputados federales en las 12 entidades que renovaron sus gubernaturas.
El PRD ya no es la principal fuerza de
izquierda. El 5 de junio, según la empresa Integralia,
el partido de López Obrador logró un millón 706 mil 952 votos; mientras el del sol azteca 457 mil 486 (3.7 veces más
votos), sin contar las entidades que ganó con el PAN: Veracruz, Quintana Roo y
Durango.
Además de que el PRD no pudo ganar
ninguna gubernatura en los estados donde compitió solo, perdió 61 ayuntamientos
y ocho curules en congresos locales obtenidos en 2013. (La Razón, 15/junio2016)
Otro dato: Si hoy se renovará el
gobierno de CDMX, Morena le sacaría una ventaja de
5.1 por ciento al gobernante PRD. (El
Universal, 11/julio/2016)
Entrevistado
por El Universal 10
días después de los comicios del 5 de junio, el ex canciller Jorge Castañeda opinó que quienes realmente crecieron fueron López Obrador y
Morena, no el PAN.
Y lo que son las cosas, por más que
López Obrador los ha vilipendiado en cuanta plaza se para, hay muchas voces del
PRD que quieren que él sea su candidato presidencial en 2018, como las del diputado federal Fidel Calderón y el dirigente en
Guerrero, Celestino Cesáreo. Sostuvieron
que el tabasqueño es el único que puede reunificar a la izquierda y ganar en
2018 “con el mismo proyecto de nación que promovimos juntos en 2006 y 2012”.
Antes de
dejar la presidencia nacional del perredista, Agustín Basave afirmó que no descarta
una alianza entre su partido y López Obrador.
Parece ser que el tabasqueño ya sacó sus cuentas. Morena sigue creciendo
pero no le alcanzará para ganar la
elección presidencial. Hizo a un lado principios
y dignidad, y abrió la puerta para una alianza con el PRD en 2018.
Condicionó
la alianza, que había rechazado desde la fundación de Morena, a que los
perredistas se deslinden de pactos
con el gobierno federal, así como del PAN y PRI que pertenecen a la ‘mafia del
poder’. “Si el PRD mantiene una clara distancia con el régimen, podríamos
analizar el sentamos a platicar”, indicó. (El
Universal, 15/julio/2017)
Pero dentro del PRD también hay voces
que no quieren la alianza con Morena. Uno de ellas es el
jefe de Gobierno de CDMX, Miguel Ángel
Mancera. Él, que aspira a ser candidato presidencial perredista, planteó
que no se sentará con López Obrador para debatir sobre un proyecto con miras al
2018 y sostuvo que a él no le queda el
saco de pertenecer a la mafia del
poder.
En el PRD hubo quien opinó: “Al fin se
dio cuenta de que no puede solo”. Pero ellos también saben que ir solos a la
elección, condenarían a su partido a la extinción. Por lo pronto, el líder de
Morena ya le puso el cascabel al gato.
Y anote, si se da una alianza de ese
tipo: todos los amarres, compromisos
y expectativas de candidaturas locales del PRD y Morena se irán por la borda.
AL GRANO
¿QUÉ CREE? En la fracción priista en
el Congreso local quieren seguir la directriz del nuevo mandamás del PRI nacional, Enrique
Ochoa Reza, de ir contra gobernadores corruptos. Aquí ya les echaron el ojo a los alcaldes José Eduardo Rovirosa y Efraín Narváez, de Macuspana y
Tacotalpa…
Y es que la bancada tricolor se opuso
abiertamente a que ambos ediles endeudaran a sus municipios, sabiendo que son uña larga. Narváez trae su ego más alto
que la iglesia de Tapijulapa y Cuco
Rovirosa anda gastándose el dinero de los macuspanense en su estólida idea de
que puede ser gobernador…
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