viernes, 12 de agosto de 2016

Columna SIN RODEOS: ANJ, definiciones

Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com

En el inicio de un nuevo recorrido por la geografía tabasqueña, para la entrega de obras y acciones sociales, Arturo Núñez Jiménez consideró oportuno hacer definiciones acerca de su desempeño como gobernador y responder a quienes han puesto en duda la probidad de su gobierno.
Este posicionamiento –desde una apartada y aislada comunidad de Jonuta: el poblado Chanero– que registró en sus ocho columnas la edición de Rumbo Nuevo del jueves 11, no se le escuchaba al mandatario estatal desde hacía mucho, ni siquiera a principios de julio cuando hizo ajustes en áreas torales de su administración.
Exclamó: “aquí están los hechos”, a quienes cuestionan una supuesta ausencia de obras y resultados en más de tres años y medio de gestión. Y a quienes han querido manchar su honor, refutó que no buscó el cargo de gobernador para hacerse rico o “ver qué me llevo de Tabasco” sino servir a los tabasqueños.
No aludió a cuestionamiento específico. Ni a aquella carta que le dirigió un comunicador en su programa de radio (Telerreportaje, 23/mayo/2016). Ni a la supuesta colocación de fondos educativos en el mercado bursátil denunciada por priistas –se aclaró que fue a “una cuenta productiva normal permitida por la ley”–. Vamos, ni siquiera a lo que expresó de su persona el líder nacional de Morena, Andrés Manuel López Obrador en su última visita el sábado 6.
Por cierto, pocas voces salieron en defensa de Núñez Jiménez. Registré la de Candelario Pérez Alvarado. “Al señor gobernador, nuestro respaldo y apoyo al trabajo que ha venido realizando para poder darle estabilidad económica a este estado”, expresó el dirigente estatal del PRD el lunes 8.
Arturo Núñez no se refirió a persona alguna. Habló así: “Por ahí hay gente malhablada que dice que yo me estoy enriqueciendo. Quiero decirles de frente, con la limpieza de mi desempeño en el tiempo que llevó como gobernador, que yo no soy contratista, yo no soy proveedor del gobierno de Tabasco, yo no soy negociante. Ni tengo casa, ni rancho… eso debe quedar bien claro. Yo soy un político al servicio de su pueblo”.
Recordó su discurso de asunción al Poder Ejecutivo (31/diciembre/2012). “Lo dije oportunamente: yo no vine a ver qué me llevó de Tabasco; vine a entregarme a Tabasco y en eso estoy; en eso voy a seguir estando. Vamos juntos a trabajar por todos los tabasqueños, pero sobre todo por los que más lo necesitan”, aseveró.
Habló ante jonutecos, pero su mensaje fue para todos sus paisanos, incluidos sus detractores: “Les puedo decir con la mirada limpia, abierta, que estoy dedicado a servir limpiamente a Tabasco, y que esto (las habladurías) no me quitará el ánimo para hacerlo de entrega total, hasta el último minuto de mi mandato… Y el tiempo colocará a todos en su lugar”.
Defendió también las bondades de los programas sociales de su gobierno (Corazón Amigo, Casa Amiga, Cambia tu Tiempo y Edifica) que –puntualizó– tienen el sello de un gobierno identificado con la izquierda, que tiene origen en un partido con compromiso muy sólido con la población más necesitada.
Estos tiempos –será más frecuente cuando se acerquen épocas electorales– se caracterizan por la virulencia de las críticas, con razón o sin ella, hacia los hombres del poder y quienes ejercen la actividad política; sólo que las murmuraciones de los cafetólogos de antaño han sido sustituidas por oleadas de mensajes en redes sociales, donde el sentido de responsabilidad y la veracidad de los contenidos es lo que menos importa.
Esos son riesgos del ejercicio público, del quehacer político. Por eso hay que estar atentos a las percepciones que se van generando, porque no sólo pueden menoscabar el trabajo de un gobierno, sino echar por la borda honras ajenas.
Los siguientes 60 días, el gobernador se dedicará a mostrar y demostrar que su gobierno trabaja con eficiencia, es de resultados y está al servicio de los tabasqueños con obras y acciones que les benefician. Para que todos lo sepan.

AL GRANO


POR SI HACÍA falta. Este jueves El Economista divulgó que la Auditoria Superior de la Federación denunció penalmente a 14 gobiernos estatales –entre éstos el de Tabasco– que simularon devolver dinero del presupuesto federal, luego de observaciones al manejo de los recursos asignados y que al final no entregaron, de la cuenta pública 2014… Las acusaciones son por una suma de ocho mil 25.6 millones de pesos del ejercicio 2014, aunque lo observado a Tabasco fueron 136.1 millones… LA REACCIÓN DEL gobernador fue tajante: ordenó a la Contraloría del estado un informe sobre estas observaciones, o la aclaración pertinente a la nota periodística… “No vamos a permitir ninguna corruptela en el gobierno del Estado”, sentenció… Ah, porque ya se veía venir otra campañita.

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