Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Si no reinstalan al director de la
escuela, bloquean calles. Si no les atienden demandas laborales, bloquean
avenida. Si no destituyen al director del instituto, bloquean carretera.
¿Pues de qué se trata?
¿Qué culpa tienen los ciudadanos de que,
como medida de presión de algunos grupos, que nada tienen que ver con los
derechos a la manifestación y a la libertad de expresión, se afecte su derecho
al libre tránsito?
El mal
ejemplo de la disidencia magisterial de Oaxaca, Chiapas y Michoacán –de recurrir
a la violencia y la ruptura del orden legal para forzar a la autoridad a ceder
a sus caprichos– cunde como mal monte
y ha llegado a Tabasco, donde otros protagonistas, con otras exigencias, pero
con métodos de presión similares, alteran el orden y castigan a la población.
No pretendemos descalificar el derecho
de petición de estos grupos, ni siquiera opinar sobre si son justos o no sus
reclamos. Lo que no compartimos son sus métodos de lucha. Revisemos tres sucesos recientes:
Uno, se sabía que por mucho tiempo las
relaciones entre la Rectoría de la UJAT y la dirigencia del STAIUJAT se daban,
dentro de lo que cabe, en un marco de respeto y entendimiento. Cuando no era
así, la autoridad laboral conciliaba a las partes para superar sus desavenencias.
¿Por qué ahora este sindicato sale
protestar por un supuesto incumplimiento de contrato colectivo de trabajo y a
crear caos con 400 agremiados, en una hora
pico (de cuatro a seis de la tarde) en una de las vialidades más
transitadas –avenida Universidad– si
se supone existen conductos para buscar acuerdos por la vía del diálogo o de la
ley?
Dos, en ocasiones los ciudadanos tienen
que sufrir retrasos en sus traslados en vehículo por temas que pueden resolverse
con una audiencia de la autoridad; tal es el caso de la protesta de medio
centenar de padres de familia y alumnos
de la Escuela Secundaria Técnica 11, que cerraron por más de una hora las
calles Marcelino García Barragán y Revolución de la colonia Punta Brava.
Tres, lo que no tiene nombre es el bloqueo de la carretera
Cárdenas-Coatzacoalcos, a la altura del ejido La Ceiba (km 43.3), por un grupo
de estudiantes del Instituto Tecnológico
de La Venta, que llevan varias semanas en conflicto exigiendo la destitución del director del plantel,
entre otras cosas.
Por
espacio de cuatro horas, los jóvenes apoyados por algunos maestros, cerraron a
la circulación vehicular el único paso entre el centro y el sureste. Ninguna
autoridad se acercó a dialogar con ellos sobre sus demandas, ni para hacerles
ver que cometían graves violaciones a la ley con ese bloqueo.
Quiero reflexionar un poco más sobre lo que sucede en Chiapas, Oaxaca y otras
partes con la CNTE. Soy defensor de todas las libertades, pero también de la
justicia, de la legalidad, del respeto entre semejantes y de la convivencia
pacífica. Nadie debe alterar esto en aras de un beneficio personal o de grupo.
Nadie.
Creo que los maestros deben recibir una justa remuneración por su trabajo. Pero deben enseñar bien a nuestros hijos y nietos, como nos enseñaron a nosotros. Su lucha por mejores condiciones de vida y de trabajo es legítima. Pero no tienen derecho a afectar a los demás, a los más. Nadie puede violentar la ley.
Creo que los maestros deben recibir una justa remuneración por su trabajo. Pero deben enseñar bien a nuestros hijos y nietos, como nos enseñaron a nosotros. Su lucha por mejores condiciones de vida y de trabajo es legítima. Pero no tienen derecho a afectar a los demás, a los más. Nadie puede violentar la ley.
Bloquear
una vía que todos usan es ilegal. Disponer de los bienes de otros, es delito.
Lesionar físicamente y privar de la libertad a otros que no piensan igual que
ellos, es delito. Así me lo enseñaron, mis padres y mis maestros.
Creo que
Chiapas no merece el gobierno que tiene. Ni México debe estar gobernado por
corruptos y cínicos. Pero la violencia no es la forma de querer cambiar las
cosas.
Yo creo
que si los maestros quieren presionar al Presidente, que hagan una
manifestación en Los Pinos, pero que
no afecten a todo un pueblo.
Solíamos
decir: “que no se afecte a terceros”. Pero aquí ya hay cuartos, quintos, sextos, séptimos, octavos, novenos... afectados todos.
Duele
Chiapas. Duele Oaxaca. Duelen los niños sin clases y con pésimos maestros.
Duele ver cómo se condena a todo un pueblo al fracaso y se cancela la
posibilidad de un futuro próspero.
Ojalá
esos maestros consigan lo justo por lo que trabajan. Ojalá el gobierno
cumpla y haga cumplir la ley.
Y la
verdad, no quiero ver a Tabasco así. Los ciudadanos no tenemos porqué pagar los
platos rotos.
AL
GRANO
VAYA DEBATE QUE se ha desatado con lo
de los Ubers y la posibilidad que
llegue a Tabasco un servicio de transportación moderno, que el usuario solicita
a través de una aplicación de celular… Hay voces, sobre todo de empresarios, que
claman porque se autorice el servicio en Villahermosa… Los taxistas pusieron el
grito en el cielo… La autoridad dice
que la ley no lo permite…
POR LO PRONTO, la SCT estatal
concederá el martes audiencia a empresarios interesados en establecer aquí los Ubers… Y fíjese que el titular de la
dependencia, Agustín Silva Vidal advirtió
que se aplicará la ley en caso de que la modalidad comience a operar sin
permiso. ¡Eso! Que aplique la ley. ¿Igual que con los piratas?
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