Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Los informes anuales de los gobernantes
forman parte del esquema de rendición de cuentas previsto por la Constitución. Su
propósito es que los ciudadanos conozcan con amplitud en qué se ejercieron los
recursos del erario y cuál es el estado que guarda la administración de que se
trata.
Por estilo más que por mandato, presidentes
de la República y gobernadores fueron modificando el formato de este evento que
inició en cámaras legislativas y fue a parar a recintos alternos, haciéndose a
un lado el protocolo marcado en la ley, para convertirlo en una escenificación
en la que ya no había pares –legisladores
y gobernante– sino un solo actor protagónico.
Desde los tiempos en que Manuel Gurría Ordóñez asumió la titularidad
del Ejecutivo estatal como sustituto del desaparecido Salvador Neme Castillo (1992-1994), se decidió que un representante
del gobernador –siempre ha sido el secretario de Gobierno– acudiera al Congreso
local a entregar el documento narrativo y los anexos estadísticos del informe
anual, para cumplir con el requisito de ley, y en un evento político, el
mandatario daría un mensaje a sus invitados, haciendo gala de su prosa y capacidad
de síntesis, sin interpelaciones
incómodas de legisladores antagónicos.
Esta tradición
de celebrar eventos políticos pomposos posteriores a la entrega formal del
informe al Poder Legislativo ha llegado a su fin en Tabasco. Lo decidió ayer
con una reforma a la Constitución local, la 63 Legislatura.
La reforma tuvo su origen en la
iniciativa que presentó el 9 de octubre último el diputado por Morena, Tomás Brito Lara, quien propuso modificar el artículo 51 de la Constitución local con el
fin de que el gobernador en turno acuda a rendir su informe ante el Congreso local
y no a un recinto diferente.
La propuesta del presidente de la Mesa Directiva
del Congreso local busca convertir esta sesión solemne en un acto ya no para el
lucimiento de un solo hombre, sino sea un evento que refleje la pluralidad y la
libertad de expresión, para que tanto el gobernante como los legisladores presenten,
uno, su mensaje, y los otros, un posicionamiento a través de los jefes de cada
fracción.
Si esto resulta novedoso, habrá que agregar otro
aspecto inédito a la reciente reforma constitucional: que al término de las
intervenciones de cada grupo parlamentario, el jefe del Ejecutivo podrá hacer
uso de su derecho de réplica.
Estos cambios comenzarán a aplicarse a partir del
2019, cuando el gobernador que sustituirá al actual ajustará el primer año de
su ejercicio constitucional. Ello representa una oportunidad formidable para
que, en un marco de civilidad, todas las expresiones representadas en el
Congreso local hagan su aportación para enriquecer la vida democrática de
Tabasco.
Este domingo 11, Arturo Núñez Jiménez será el último gobernador en recurrir a esta práctica
que se repitió los últimos 25 años. En su nombre, el secretario de Gobierno, Rosendo Gómez Piedra entregará al
Congreso local el documento con su VI
Informe al Congreso local y, posteriormente, él encabezará el evento
político en el centro de convenciones Tabasco
2000, donde le acompañará el representante presidencial (Alfonso Navarrete Prida, secretario de
Gobernación).
Lo novedoso del momento actual, es que los
secretarios de despacho podrán ser requeridos, todos, si así lo decide la 63
Legislatura, para la glosa del
informe, cuando lo que se hacía de parte del Ejecutivo era enviar a los
titulares de las áreas que más tienen que ver con el ejercicio de los recursos
públicos.
El
otro año, con Adán Augusto López
Hernández –sin duda el artífice
de esta reforma–, regresará la obligación
de que el gobernador acuda a entregar, personalmente, su informe y haga un resumen
del contenido, pero también escuche las posiciones de las cuatro fracciones
legislativas y, si lo desea, responda a los señalamientos y cuestionamientos
que allí se le hagan.
ADÁN, OTRA VEZ
CON EVARISTO
En una semana, el gobernador electo
Adán Augusto López ha realizado dos visitas al Palacio Municipal, en Tabasco 2000, para reunirse
con el alcalde capitalino Evaristo
Hernández Cruz, quien ayer le presentó el proyecto para descentralizar el Sistema de Agua y Saneamiento
(SAS) con la integración de un consejo de administración que tenga total independencia del ayuntamiento.
En la
reunión, López Hernández se comprometió a construir una planta potabilizadora
de mil 200 litros por segundo, junto a la planta Carrizal. El propósito de esta infraestructura –se informó– es
sustituir a las plantas Villahermosa
y Gaviotas, para dejar de obtener el agua cruda del río Grijalva y hacerlo en el Carrizal,
a fin de mejorar la disponibilidad y calidad del líquido que se suministra a
los hogares villahermosinos.
Hacemos una acotación: para que deje de operar la
planta potabilizadora Villahermosa se
requiere sustituirla por otra de su misma capacidad: dos mil litros por
segundo, de lo contrario habrá problemas para que el agua potable llegue a toda
la población de la capital. Preguntamos: ¿Por qué no explorar la posibilidad de
cambiar la fuente de captación de la planta Villahermosa,
para llevarle agua cruda desde el río
Carrizal? Sería menos costoso.
AL GRANO
NO
ME LO CREA, pero el secretario de Finanzas, Amet Ramos Troconis aseguró que, ayer mismo, se realizaría la transferencia de
125 millones de pesos de los recursos reasignados a la Secretaría de Salud, provenientes
del empréstito para el Nuevo Sistema de
Justicia Penal… ¿No que no se podía?...
No hay comentarios:
Publicar un comentario