Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Consternación e indignación. Sucesos como los
ocurridos en Minatitlán y Comalcalco en días
santos ponen otra vez en el debate la inseguridad alarmante, la impunidad
con que operan delincuentes y la imprudencia con que se manejan las redes
sociales al dar cuenta de incidentes de violencia, calificados como “asesinatos
viles” por el Presidente Andrés Manuel
López Obrador.
No salíamos del asombro por la masacre en el sur de
Veracruz –donde en una fiesta fueron ultimadas 13 personas; hay cuatro más
graves–, cuando el domingo las redes sociales fueron invadidas por reportes de
otro acontecimiento ominoso: el ataque al vehículo en que viajaba una familia
en Comalcalco, en que murieron dos mujeres (una era adolescente) y dos niños
resultaron heridos.
Ambos sucesos –de Veracruz y Tabasco– corroboran
que los homicidios siguen al alza en las estadísticas de criminalidad del país. En
territorio tabasqueño se registraron 120 en marzo, un incremento significativo a
los 90 contabilizados en febrero y muy superior a los 73 de enero, con lo que
en el primer trimestre de 2019 hubo 283 asesinatos (Telerreportaje, 22Abr.2019).
Gran parte de los homicidios se atribuyen a la
disputa de territorios de bandas de narcomenudistas
y de huachicoleros. Casi nadie parece
reparar en las víctimas –jóvenes en su mayoría– cuando se trata de
desconocidos. Sin embargo, se vuelven motivo de escándalo cuando son asesinatos
masivos como el de Minatitlán, o de personas conocidas como la familia de
Comalcalco.
La incidencia delictiva registra alzas en delitos
como los homicidios y robos con violencia. Esto debe motivar a revisar la
estrategia policiaca, porque los delincuentes pueden mover sus armas con
facilidad dentro de las ciudades y darse a la fuga sin complicaciones por
carreteras, por lo general en automóviles o motocicletas hurtadas.
Algo está fallando o no resulta suficientemente
eficaz. Aquí en Tabasco y en el país. Aplaudimos que existan los puntos de
control (retenes), dan cierta
tranquilidad cuando se sale a carretera con la familia. Lo mismo puede decirse
de los patrullajes. ¿Qué es lo que está fallando, entonces?
Escuchábamos al Presidente López Obrador referirse,
desde el puerto de Veracruz, al asesinato de 13 personas en un salón de fiestas
en Minatitlán, muy al sur de esa entidad, y manifestar que se trata de “asesinatos
viles”.
“Nos importa la defensa de la soberanía nacional.
Nos importa la seguridad nacional. Nos importa la seguridad interior, pero lo
que más nos urge es garantizar la seguridad pública en el país”, remarcó el
mandatario nacional.
¿Qué esperamos? López Obrador aseguró que con la
Guardia Nacional se dará un giro en las tareas de seguridad pública. Habrá 230
mil elementos de las fuerzas armadas en la nueva corporación que estarán
combatiendo a la delincuencia, lo que permitirá ‘serenar’ al país y enfrentar
inercias como la impunidad, “esa mala herencia, ese fruto podrido, ese
cochinero que nos dejaron, pero vamos a limpiar al país, se va acabar la
corrupción. Se va a acabar la impunidad y va a haber justicia. Me canso ganso”, enfatizó.
Aquí en Tabasco, el gobernador Adán Augusto López Hernández lamentó el doble homicidio perpetrado
en madre e hija, en Comalcalco; señaló que la Fiscalía General del Estado ya
inició las indagatorias para dar con los responsables, y refrendó su compromiso
de que dará resultados en el combate a la delincuencia al ajustarse
los primeros seis meses de su gestión.
Queda claro que este tipo
de eventos buscan, además del ajuste de
cuentas, poner en entredicho la capacidad de la autoridad para proteger a
los ciudadanos y su habilidad de
reacción para detener a quienes quebrantan la ley, y atemorizar a la sociedad
que de por sí se siente desprotegida al ver tantos baños de sangre en lugares tan cercanos a su casa. Quienes difunden
imágenes sin mesura alguna –sea en fotografía o video de estos sucesos
condenables– más que evidenciar la incompetencia policiaca, le hacen el juego a quienes quieren imponer
el terror.
Esperemos –lo decimos no como esperanza sino
exigencia– que las autoridades hagan su trabajo y den pronto con los
responsables de estos execrables hechos. Quizá haya interesados en que el
gobierno en turno fracase en su política de seguridad pública, porque creen que
así podrán reconquistar espacios de poder que perdieron por incapacidad o
inmoralidad, pero lo mejor para todos es que las instituciones de seguridad
puedan dar resultados efectivos de su trabajo.
APLAZAN FALLO EN
REFINERÍA
Fíjese que las cuatro empresas seleccionadas para presentar
propuestas –debieron hacerlo el 18 de abril– con el fin de convertirse en ‘Gerente
de Proyecto’ de la construcción de la refinería de Dos Bocas, pidieron una
semana de prórroga para tener la documentación completa del concurso y que así
el gobierno seleccione a la que considere mejor calificada para realizar esta
obra que tendrá un costo de más de seis mil millones de dólares. El diario El Economista, reportó ayer que de
acuerdo con la Secretaría de Energía (Sener), será hasta finales de esta semana
cuando se dará a conocer la identidad del ‘project
manager’ de la refinería.
AL GRANO
ENFRENTA
APUROS el ayuntamiento de Centro para iniciar obras de remozamiento –incluyen
pavimento, banquetas, drenaje e instalaciones eléctricas subterráneas– en
alrededores del nuevo mercado Pino Suárez…
Un grupo de los ambulantes apropiados de la zona no quiere mudarse frente al
mercado provisional en la colonia Casa Blanca, y los que sí aceptaron dicen que
les piden dinero para asignarles los mejores lugares… Y SI ESTO no bastara, el
mercado provisional se quedará sin
estacionamiento porque… ¿a dónde cree que meterán a los vendedores
informales?... Ya imagino el caos vial los domingos…
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