Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Una de las situaciones más reiteradas y lastimosas
en el régimen anterior, fue la falta de medicamentos en nosocomios y unidades
médicas del sector salud de la entidad. Por mucho que se habló de corregir
anomalías que venían de la administración que les antecedió, y de cuantiosas
inversiones para compras consolidadas,
nunca se pudo garantizar que a los tabasqueños que acudían a consulta o que
estaban hospitalizados, les surtieran las recetas.
No sé si se acuerdan de Rommel Cerna Leeder, último secretario de Salud en el gobierno
pasado, quien aseguraba que cerrarían 2018 ‘con un abasto por
arriba del 80 por ciento e incluso dejar un stock
importante de fármacos y material de curación para los primeros meses del
próximo año’ (Diario de Tabasco, 21Ago.2018). Todo fue
mentira. El régimen entrante tuvo que iniciar con una compra extraordinaria
para atender los requerimientos urgentes de insumos médicos para los hospitales
de alta especialidad. Al 30 de enero de este 2019 apenas se había logrado cubrir
70 por ciento de la demanda.
¿Por
qué nunca se pudo cubrir al ciento por ciento el abasto de medicamentos, si se
reportaron compras con que presuntamente se atendería suficientemente este
aspecto en hospitales públicos?
La
respuesta quizá tenga que ver con el robo de medicamentos en las farmacias o
almacenes de los hospitales y unidades médicas del sector. O desvíos que se
dieron en el camino, de fármacos que
nunca ingresaron porque se entregaron a particulares.
A mediados del
año pasado, el entonces gobernador Arturo Núñez Jiménez
reconoció que tenía conocimiento de la extracción ilegal de medicamentos en
hospitales públicos, los cuales se pusieron a la venta en farmacias
particulares aledañas a los nosocomios y del centro de Villahermosa.
“La propia Secretaría
de Salud, a raíz de denuncias que hubo, empezó a revisar las farmacias
aledañas a los hospitales y se han encontrado lotes que corresponden a
medicamentos que son exclusivos del sector salud; entonces, evidentemente ha
habido gente que ha robado al hospital y lo ha vendido a las farmacias”, reveló
el mandatario (El Financiero,
18Jul.2018).
Un
súper-negociazo. Sustraían las
medicinas de hospitales, donde no se surtían las recetas, para vendérselas a
los familiares de los pacientes en las farmacias aledañas. Medicamentos cuya
venta está estrictamente prohibida. Y nunca se castigó, ni regañó a nadie.
El nuevo gobierno dio seguimiento a este
caso. Ya nos enteramos que a más de medio millón
de pesos ascendieron las sanciones que la Secretaría de Salud del estado aplicó,
a través de la Dirección de Protección Contra Riesgos Sanitarios, a cinco
farmacias de Centro, Cárdenas y Huimanguillo que les encontró vendiendo
medicamentos del sector en sus establecimientos (Telerreportaje, 15Abr.2019).
Esperemos
que el asunto no quede ahí, como
podría intuirse de lo reportado por el programa radiofónico: que el Órgano Interno de Control de la dependencia informó
que no hay ningún expediente contra funcionarios del sector salud radicado en
sus oficinas con el encuadre del robo
de medicamentos. ¿Cómo los sacaron? ¿Quién o quiénes lo hicieron?
Ése es todavía hoy un misterio.
Declaraba ayer el diputado Manuel Gordillo Bonfil, presidente de
la Comisión de Salud del Congreso local que la investigación debe llevarse a
los demás municipios, pues es probable que esta práctica indebida se haya
extendido a todo el territorio tabasqueño, y reveló un dato que también deberá
indagarse: que se detectaron tres casos de laboratorios de hospitales del
sector público en los que se procesan análisis clínicos de establecimientos
particulares.
¿Viejas o nuevas prácticas? Como sea. Hay
que sancionar con rigor; aplicar la ley hasta
sus últimas consecuencias para frenar estos negocios a costa del
sufrimiento de mucha gente que no cuenta con recursos para comprar los
medicamentos que les recetan y no les surten en los hospitales.
Efectivamente, como asienta el legislador
por Morena, la corrupción es delito grave, y quienes hoy están en el poder, “no
venimos a solapar nada”. Que así sea. Cero
impunidad, como ha comprometido el gobernador Adán Augusto López Hernández. Caiga quien caiga. Y que se acabe el huachicol de la salud.
AL GRANO
EN
CENTRO YA fue aprobado por el Cabildo el dictamen del Congreso local que reformó el
artículo 64, fracción I, de la Constitución de Tabasco, para modificar el
número de síndicos municipales, que será solamente uno: síndico de Hacienda,
más “el número de regidores que la ley determine”… Ese es el punto que queda
pendiente. ¿Cuántos regidores deben tener los ayuntamientos? Hay un consenso de
que con tres es más que suficiente…
¿QUIÉN
COMO LOS diputados locales, que se van nueve días de vacaciones?... ¿Merecido
descanso? ¿Acaso han vivido un viacrucis
en estos primeros seis meses de su gestión?...
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