Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Especial para diario Rumbo Nuevo
Sí que es un verdadero dolor de cabeza
–¿o será como los de parto?– la inseguridad. Y ha de ser desesperante para un
gobernante ver cómo la delincuencia supera los esfuerzos por detenerla. Es un
problema de todo México, pero Tabasco tiene indicadores en los que supera a
muchos estados, como ocurre con los secuestros, en los robos a casa-habitación,
en atracos a comercios y robo de automóviles.
Arturo Núñez Jiménez ya sabía, desde
antes de asumir la gubernatura, que la exigencia de seguridad sería un reclamo
que enfrentaría todos los días, en toda la geografía del estado. La inseguridad
era una más de las herencias que le dejaba el último régimen priista,
complementada con corporaciones policiacas infiltradas por organizaciones
criminales, mandos y agentes corruptos, obesos, ‘viejos e inútiles’, así como
equipo insuficiente y obsoleto.
Frenar
el crimen y sanear las corporaciones policiacas se antojaba una empresa
difícil. ¿Cómo frenar la delincuencia si dentro de la propia Secretaría de
Seguridad Pública (SSP) había jefes de bandas de malhechores portando uniforme,
charola y armas oficiales?
Tal
vez al prometerse el ‘cambio verdadero’ en la campaña electoral no se aclaró
que éste sería gradual, o que no se verían frutos en el corto plazo, y tal vez
por eso la gente esperaba resultados inmediatos para hacer su vida diaria con
tranquilidad, sin sobresaltos.
No
se pone en duda lo que aseveró la víspera el titular del Ejecutivo estatal, de
que en Tabasco se realizan “esfuerzos mayúsculos” para contener la comisión de
delitos, pero en los hechos que se registran se ‘percibe’ –y recurro a un
término del léxico del titular de la SSP, Audomaro
Martínez– que esta batalla la van perdiendo las autoridades, desde las
federales hasta las municipales, y la sociedad misma.
Y
es bueno saber, también –como afirmó Núñez Jiménez en la 15ª sesión del Consejo
Estatal de Seguridad Pública–, que en esta lucha las autoridades “no bajarán la
guardia” y seguirán trabajando para que no haya impunidad en la comisión de
delitos. Un primer compromiso es que se redoblarán los operativos,
particularmente en las zonas de la Chontalpa y Centro.
Los
apoyos de la Federación al estado no han dejado de fluir para dotar de mayor y
mejor equipos a las policías. Los alcaldes le dijeron ayer mismo al gobernador
que cuenta con ellos para que en Tabasco exista un solo mando policial. Ahora
lo que se espera es que quienes están al frente de las corporaciones policiacas
hagan realidad estos compromisos de Núñez Jiménez, para que la sociedad pueda
respirar tranquila.
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