Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Especial para diario Rumbo Nuevo
Atrapados en
la vorágine de las fiestas decembrinas y en la nueva emergencia provocada por
las lluvias y crecientes que trajeron los frentes
fríos 23 y 24, muchos tabasqueños ni por enterados se dieron que, a casi un
año de que asumió el poder, Arturo Núñez
Jiménez hizo ajustes en su gabinete.
Sorprendiendo
a quienes aseguraban que no removería a ninguno de sus funcionarios de alto nivel, el mandatario
estatal promovió a algunos de sus colaboradores de mayor confianza hacia cargos
de gran responsabilidad, pero sobre todo removió a quienes estando en el primer círculo no entregaron resultados esperados.
Se entiende
que los demás titulares de dependencias estatales fueron ratificados, pero se
asume que los cambios son señal inequívoca de que a los funcionarios
destituidos o removidos, su jefe les perdió la confianza y que lo mismo puede
suceder con quienes continúan en los cargos.
Y quienes
apostaban, por ejemplo, a la salida del secretario de Gobierno, César Raúl Ojeda Zubieta, se llevaron
un chasco. El político jonuteco seguirá al frente de la política interna en la
entidad, y prueba de la confianza que el titular del Ejecutivo le tiene, es que
le acompañó el día 1° en la ceremonia en que tomó protesta a los nuevos
funcionarios.
¿Qué puede
decirse de los funcionarios removidos? Hablemos de dos: Martha Patricia Jiménez Oropeza nunca entendió que se le designó
secretaria de Contraloría para que fuera una burócrata de lujo, sino para que
iniciara los procedimientos legales y administrativos contra los ex
funcionarios del régimen granierista
que le metieron mano al presupuesto,
y a Eloísa Ocampo González, por
decir lo menos, le quedó demasiado grande la Secretaría de Administración.
De la
remoción de Ezequiel Toledo Ocampo como
secretario de Salud, ¿qué puede decirse que no se haya dicho? En premio a su desempeño, se le nombró director
del Hospital del Niño ‘Rodolfo Nieto Padrón’.
Y si Juan Antonio Filigrana Castro pasó casi
desapercibido como titular del Invitab, ahora su desempeño como secretario de
Salud será vigilado con lupa, sobre todo porque es el primer titular del ramo
que no es médico de profesión.
Hay
dependencias que son poderosas por los asuntos que manejan, como las
secretarías de Gobierno y de Finanzas. Otras lo son por el peso político de los
personajes que las ocupan; es el caso de la Secretaría Técnica, donde estuvo Amet Ramos Troconis, quien es el nuevo
secretario de Administración.
Ya daremos
cuenta del desempeño de los nuevos funcionarios, de lo que pretenden hacer y de
lo que deben hacer.
Por lo
pronto, el gobernador instruyó a los nuevos titulares de Administración, de
Contraloría y del Invitab a mantener la correcta marcha de la administración
estatal, concluir los procesos de auditoría que están en desarrollo, y dar
continuidad a las acciones en materia de vivienda.
Dicen que
cuando Patricia Jiménez y Eloísa Ocampo se enteraron de que saldrían de
Administración y Contraloría se preguntaron, ¿a dónde iremos a parar? Todo
indica que seguirán en nómina; pues se les garantizó que seguirán apoyando en ‘algunas
tareas’ en el gobierno estatal porque “forman parte del equipo al servicio de
Tabasco”.
¿Y cómo nos
pintará este 2014?
Esperemos
que mejor; que le vaya bien al gobierno estatal y a todos los tabasqueños.
En su mensaje de año nuevo, Núñez Jiménez expuso que “a
pesar de las dificultades, estamos avanzando y lo vamos a hacer en mayor
medida, en cuanto vayamos dejando atrás los problemas financieros que heredamos;
desde luego, habremos de sanear las finanzas públicas y vamos a darle un gran
impulso al desarrollo de Tabasco”.
Eso espera la población: que Tabasco pueda por fin
retomar la senda de su desarrollo y que haya más oportunidades de bienestar y
superación para todos.
Y que el que la
deba, que la pague, porque también nos dijeron que ni perdón ni olvido para
quienes se despacharon con la cuchara
grande del patrimonio de los tabasqueños.
DE MI BLOG
No hay comentarios:
Publicar un comentario