Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Especial para diario Rumbo Nuevo
Ya nadie
entiende a los priistas. Aseguran que van ‘con todo’ para recuperar en el 2015
posiciones perdidas como las seis diputaciones federales, la mayoría de los
ayuntamientos y la hegemonía en el Congreso local, pero la unidad que presumían
tras renovar su dirigencia estatal –luego de la derrota electoral del 1° de
julio de 2012 que los echó de la Quinta
Grijalva– parece erigida sobre arena, pues las pugnas de grupos que se
disputan el control del partido en todos sus espacios de decisión está
resultado, a los ojos de la ciudadanía, más fuerte que los intentos por
reunificar al priismo.
La grotesca
disputa por la coordinación de la fracción de este partido en el Congreso local
–conformada por apenas nueve legisladores–, exhibe la fragilidad de la cohesión
de que se vanagloriaba, apenas el domingo 26 durante la 32 sesión ordinaria del
Consejo Político Estatal, su dirigente Erubiel
Alonso Qué, quien llamó a sus correligionarios a construir, ‘todos juntos’,
los cimientos del nuevo PRI en Tabasco.
Empero, si
por un lado el joven líder oriundo de Balancán hace esfuerzos denodados por
reunificar a su militancia, renovar sus estructuras e integrar al trabajo
partidista a todos los grupos, por otro hay intereses de grupo plenamente
identificados que buscan agitarle las
aguas para someterlo a sus caprichos, para que les entregue no espacios de
participación sino el control total del PRI.
Lo que
sucede ahora en la coordinación de la diputación local es la mejor muestra de
eso: allí, en la bancada tricolor de la 61 Legislatura se hizo a un lado el
interés superior del partido, importando
un bledo mostrarse ante la sociedad como un grupo parlamentario
cohesionado, para exhibirse –y lo digo por más de la mitad de sus miembros–
como lacayos de quienes creen que el PRI es de su propiedad, cuando fueron
ellos quienes lo condujeron a la peor de sus derrotas en 2012.
Cuando la
diputada Esther Alicia Dagdug dijo
que querían una coordinación rotatoria en su fracción, nunca imaginamos que
casi a diario iban a elegir a un nuevo líder de bancada.
El martes
21, ella y otros cuatro diputados derrocaron a su coordinador Luis Rodrigo Marín Figueroa, a quien
habían nombrado por unanimidad tres meses atrás.
El cambio de
bando de Mirella Zapata Hernández,
quien la víspera habría sido electa vicecoordinadora en la ‘asamblea’ que nombró
a Mayté Dagdug, le devolvió a Marín
Figueroa la coordinación.
Y este lunes
27 vino una otra asonada y, de nuevo, otros cinco diputados –los nueve no han
vuelto a reunirse desde el 17 de octubre– le arrebataron la jefatura de la
fracción a Luis Rodrigo Marín, para dejársela al paraiseño Carlos Mario de la Cruz Alejandro.
Lo que son
las cosas, fue la misma Esther Alicia Dagdug quien salió a los medios de
comunicación a anunciar que el legislador paraiseño era el nuevo jefe de la
bancada.
“Carlos
Mario es una gente que guarda los equilibrios; es un hombre de partido:
presidente ya del comité municipal de su municipio y que sabe lo que es el PRI;
tiene conocimientos de nuestras luchas, de nuestros principios, de nuestros
valores, además va a tender puentes
con los demás compañeros de la bancada. Por eso mi propuesta fue en el sentido
que había que elegir a un coordinador con el perfil del diputado Carlos Mario
de la Cruz y ya lo hemos hecho, y esa es la decisión de la mayoría”, manifestó
la comalcalquense.
El ‘golpe
traidor’, que no fue tanto a Luis Rodrigo Marín sino al jerarca estatal del
tricolor, se dio justo la víspera en que el propio Erubiel Alonso –miembro
también de la fracción– y los otros ocho diputados locales fueron convocados a
una reunión, en la capital del país, con su líder nacional César Camacho Quiroz.
Marín
Figueroa se dijo convencido que en la reunión de este martes 28 con el ex
mandatario mexiquense se solucionarán esos ‘detalles’ que tienen dividida a su
fracción, y admitió que “ha faltado un poco de diálogo” entre todos.
Sin embargo,
no es diálogo lo que ha ‘faltado’ en el grupo parlamentario de ese partido. Son
los intereses mezquinos de priistas que hoy mueven
los hilos desde fuera de la entidad, por las posiciones que ocupan en la
capital del país, para tratar de adueñarse del PRI Tabasco.
¿De quién es
la mano que jala la cuerda de Carlos
Mario de la Cruz? Se percibe más de una. Unos aseguran que es la del ex
candidato a gobernador Jesús Alí de la
Torre; otros, que la del senador Humberto
Mayans Canabal, quien la mañana de este lunes aplaudió la designación de
quien fue encargado de la representación de la Secretaría de Gobierno, cuando
fue su titular, en el municipio de Paraíso.
Aseguró
Mayans que “todo mundo está de acuerdo en un tercero en discordia”, y reconoció en De la Cruz a “un excelente
cuadro, bien formado, politólogo; me parece buena solución y espero haya mucha
unidad en torno a él”.
Cualidades
que nadie había ponderado antes al paraiseño. De la Cruz es un político de bajo perfil que hasta antes de ser
legislador no había trascendido más allá de su municipio.
En fin,
habrá que esperar los resultados de la reunión del dirigente priista y los
demás legisladores locales con su líder nacional. La señal que surja de Insurgentes Norte será vital para, desde
ahora, ir viendo cuál es ese ‘nuevo PRI’ de que se nos habla en discursos.
DE MI BLOG
AL PRI LE
urge un delegado del CEN, que pueda mediar en aquellos conflictos en que el
dirigente estatal es parte, como éste
de la fracción legislativa… Un delegado nacional que trabaje y permanezca aquí,
que busque diálogo y fomente consensos, que tenga capacidad para conciliar pero
que no tema actuar con energía… Un delegado que no sea ave de paso, efímero, como el senador campechano Raúl Pozos Lanz, más preocupado por su
carrera personal hacia la candidatura priista a la gubernatura en su estado
natal, que por velar por los intereses partidistas que se le encomendaron.
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