Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Especial para diario Rumbo Nuevo
Desde
noviembre del 2013 las lluvias no han dejado en paz a Tabasco. Dos meses de
precipitaciones pluviales intensas han puesto a sus niveles máximos los ríos
que surcan la geografía estatal. Miles de habitantes de cientos de localidades
y vastas superficies dedicadas a la agricultura y ganadería sufren los estragos
del exceso de humedad.
Y lo que son
las cosas, a diferencia de lo sucedido en muchas regiones del país, aquí no han
sido huracanes los que han puesto en zozobra a los tabasqueños sino los frentes
fríos.
Frentes
fríos como el número 4 del 2007 que provocó la inundación más devastadora de
que se tenga memoria en Tabasco.
Pero esta
temporada ha sido un frente frío tras otro. Empezamos con el número 19 en
noviembre y ya vamos en el 24. Y todavía falta otro tanto.
Y es que
estos fenómenos meteorológicos ocurren desde las postrimerías del otoño y se
prolongan todo el invierno y a veces se pasan hasta la primavera.
Particularmente,
los frentes fríos 23 y 24 han sido inclementes con los tabasqueños, con los que
habitan en zonas bajas y en las riberas de los ríos Grijalva y Viejo Mezcalapa
en esta capital.
El río Carrizal no causa problemas porque está
regulado por la estructura de control El
Macayo, que desvía más de dos terceras partes del agua que escurre del Alto Grijalva, hacia el cauce del Samaria.
Si esta
compuerta –inaugurada el 21 de junio de 2013 por el Presidente Enrique Peña Nieto y el gobernador Arturo Núñez Jiménez– y otras grandes
obras de regulación, control y contención no estuvieran funcionando, hoy los
tabasqueños estarían lamentándose de sufrir una inundación mayor a la de hace
siete años.
Esto vino a
decírnoslo este lunes el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, quien vino a evaluar la situación
imperante en la entidad por las lluvias que no han cesado desde el 23 de
diciembre.
Y para
constatar los daños causados por estos fenómenos, el responsable de la política
interna del país realizó un recorrido de supervisión en áreas inundadas de la
ranchería Río Viejo, del municipio de Centro, acompañado del gobernador Arturo
Núñez y del alcalde Humberto de los
Santos Bertruy.
Allí la gente
lleva dos semanas en el agua.
Aunque la
situación no es tan crítica como el 24 de diciembre, cuando el agua alcanzó
niveles de hasta 80 centímetros en el interior de las viviendas, la gente no
puede realizar sus actividades normales porque los caminos de acceso y los
patios de sus casas están encharcados, ni sus hijos pueden ir a la escuela
porque el kínder 1° de Mayo, la
primaria Agustín Beltrán y la
telesecundaria Graciela Pintado están
bajo el agua.
A esa gente
que le pidió ayuda para paliar las pérdidas sufridas en su patrimonio, el
secretario de Gobernación le recalcó que la cosa pudo haber sido peor.
“Sin El Macayo y con el agua que ha recibido
Tabasco este diciembre, toda Villahermosa y todo Centro estarían totalmente
inundados”, indicó el titular de Segob, quien anunció que este 2014 la Comisión
Nacional del Agua (Conagua) invertirá mil 762 millones de pesos en obras que
permitan ‘mitigar’ los efectos de las lluvias y las crecientes en Centro y otros
municipios.
Y subrayó
que los tres órdenes de gobierno deben apostarle a obras que eviten daños a la
población y a la infraestructura.
La inversión
tripartita hará posible que se logre ese propósito para que cada vez más
tabasqueños estén protegidos de inundaciones, dijo el político hidalguense.
Hablaba no
sólo de los que habitan en Villahermosa sino de todos los municipios, porque
“no tenemos mexicanos ni tabasqueños de primera y de segunda”, remarcó al retomar
una frase del mandatario estatal.
Y enfatizó
que hoy en Tabasco no hay disputa política entre los distintos órdenes de
gobierno, sino una gran coordinación con el gobernador y el presidente
municipal de la capital.
En Río Viejo
primera sección, por los rumbos del puente Pedrero
–donde se colocaron equipos de bombeo emergente para achicar el agua anegada desde hace dos semanas–, Osorio Chong,
Núñez Jiménez y De los Santos Bertruy dialogaron con los habitantes de los
sectores Siglo XXI y El Triunfo y caminaron por callejones donde el agua cubría
sus zapatos.
Más tarde,
en una sesión extraordinaria del Sistema Estatal de Protección Civil, moderada
por el secretario de Gobierno, César
Raúl Ojeda, el secretario de Gobernación y el gobernador evaluaron la
situación imperante.
Convinieron
las primeras acciones para enfrentar la emergencia, como la dotación de
despensas, medicamentos, cobertores y kits
de limpieza en localidades anegadas, y destinar una bolsa de 47 millones de
pesos con recursos de Sagarpa y el gobierno estatal para apoyar a productores
rurales que perdieron sus cosechas.
Osorio
Chong, quien se hizo acompañar del titular de la Conagua, David Korenfeld; de Gerardo Gaudiano Rovirosa, presidente
de la Comisión de Recursos Hidráulicos de la Cámara de Diputados, y de la ex
diputada federal tabasqueña Ady García
López, recalcó que el gobierno de Peña Nieto no ha escatimado ni escatimará
apoyo para salvaguardar la vida y el patrimonio de los tabasqueños, para que
recuperen las pérdidas en infraestructura educativa y carretera, y para que se
hagan las reubicaciones de las familias que aún viven en zonas de riesgo.
Habrá que
tomarles la palabra al Presidente de la República y al titular de Gobernación,
porque todavía faltan otros 25 o 26 frentes fríos.
Y ojalá que
ya haya pasado lo peor.
DE MI BLOG
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