Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Luego de tres años de distanciamiento, Andrés Manuel López Obrador y Arturo Núñez Jiménez volverán a verse,
frente a frente, en privado, este domingo 14 cuando el Presidente electo visite
la entidad en el marco de su gira de agradecimiento a los electores de toda la
República y haga una visita de cortesía
al mandatario estatal con quien se ha encontrado, desde la elección del 1° de
julio, en por lo menos en cuatro reuniones de carácter institucional.
¿Qué provocó esta enemistad entre los
dos personajes que fueron aliados políticos en las contiendas del 2006 y 2012,
cuando Núñez Jiménez fue, con el respaldo de López Obrador, senador de la
República y primer gobernador de un partido distinto al PRI (PRD) en ocho
décadas?
La versión que narró Arturo Núñez es que
Andrés Manuel López Obrador se molestó con él en 2015, cuando su naciente
partido (Morena) quedó en tercer lugar en las elecciones intermedias. La gota que derramó el vaso fue una ácida declaración
en contra del gobernador, quien no tuvo otra que pintar su raya.
Fue evidente que el mandatario tabasqueño
no se prestó para favorecer a Morena en dichas elecciones, que fue remitido al
tercer sitio en la tierra natal de su fundador.
Para la contienda del 2018, López
Obrador pregonó su discurso de amor y paz,
y de su boca no salieron denostaciones dirigidas a Núñez Jiménez.
Como en 2015, el gobernador de Tabasco no
quiso ser factor para favorecer a algún partido mediante el desvío de recursos
públicos, ponerle piedras en el camino
a algún candidato, o enturbiar el
proceso electoral de este 2018.
El entonces candidato de Morena a la
gubernatura, Adán Augusto López
Hernández fue enfático al manifestar, desde el arranque de las campañas del
2018, que no veía indicios de elección de
Estado.
–¿Sospechas que no están haciendo algo bien? –le preguntó el 20 de abril, en Telerreportaje, Emmanuel Sibilla Oropesa.
“No. Yo no soy gente de sospechosismos,
soy gente de realidades. Si yo tuviera algún indicio de algo que no esté bien
lo diría en ese instante… yo creo que vamos a competir en igualdad de
circunstancias y que los tabasqueños decidan quién es el mejor”, aseveró quien
a la postre ganó la primera elección de la historia moderna de la entidad cuya
limpieza nadie impugnó ante instancias jurisdiccionales.
López Obrador debió tomar nota del comportamiento de Núñez Jiménez a lo largo del
proceso electoral estatal y durante la jornada de votación. Nadie lo señaló de
favorecer a nadie; estuvo totalmente al margen, como prometió.
A seis semanas de su asunción como
Presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador –quien desde el jueves
recorre el sureste– visitará la mañana de este domingo a Arturo Núñez en el
Palacio de Gobierno. Allí se desayunarán en privado y luego, junto con el
gobernador electo Adán López, sostendrán, allí mismo, una reunión a la que
acudirán funcionarios estatales, alcaldes y diputados locales.
No recuerdo la última vez que López
Obrador haya estado en la sede del Poder Ejecutivo estatal. Creo que fue el 16
de agosto de 1983, cuando el entonces gobernador Enrique González Pedrero lo designó oficial mayor de gobierno –tras
su forzada salida de la dirigencia estatal priista–, cargo en el que sólo estuvo
unas horas, pues renunció y emigró a la capital del país donde se hizo cargo de
una de las direcciones del Instituto Nacional del Consumidor (Inco).
Este 14 de octubre, López Obrador
entrará por la puerta principal del Palacio de Gobierno, investido como
Presidente electo de México. Allí, a las nueve de la mañana, se desayunará con
el actual mandatario –podría ser en su despacho o en el salón de Recepciones–; más tarde, habrá una
reunión con un centenar de invitados en el salón Gorostiza, y después, hacia las 11 horas, con el gobernador electo,
encabezará en Plaza de Armas un
encuentro con militantes de Morena y ciudadanos para agradecerles sus votos.
AL
GRANO
EL
PRI, EN CRISIS… Desprestigiado, derrotado y sin recursos económicos, así se
encuentra hoy el PRI Tabasco a raíz de su nuevo fracaso en las urnas, en 2018,
luego que perdió el poder en 2012… Por esta situación, en el edificio de
avenida 16 de Septiembre se están
haciendo ajustes en el personal: se dio de baja a los que ya no se ocupa y no
se puede pagarles, y se les redujo el salario a los que se quedaron… Y para
colmo, ya no hay dinero ni para pagar las cuotas del IMSS… La dirigencia estatal aclaró que
no se les dio de baja de este régimen de seguridad social, sino sólo se dejaron
de pagar las cuotas por 15 días… Y ni para pedirle ayuda a quienes
hicieron fortuna a costa de las oportunidades que les dio el otrora partidazo, porque esos ya andan enrolados en la cuarta transformación…
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