Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Allí, en la Plaza de Armas en la que hace 30 años cerró su primera campaña por
la gubernatura, Andrés Manuel López
Obrador habló ayer ante miles de paisanos, pero ahora lo hizo en calidad de
Presidente electo y refrendó sus compromisos con Tabasco y delineó la
estrategia de su política energética, que se sustentará en la reactivación de
la extracción de petróleo en suelo y costas tabasqueñas y campechanas, y en la construcción
–en el municipio
de Paraíso– de una
refinería a la que le invertirá
160 mil millones de pesos en tres años.
Desde
esa plaza donde el 19 de enero de 1995 fue desalojado violentamente con sus
seguidores, al reclamar fraude electoral en la elección de gobernador del
octubre de 1988, el próximo Presidente de México aseguró que la construcción de la refinaría
en Tabasco iniciará a
inicios del 2019 –la convocatoria se lanzará el 1° de diciembre– “y va contra
viento y marea”.
La mañana de este domingo 15, López
Obrador ingresó al Palacio de Gobierno al que no entraba desde hace 35 años cuando
fue oficial mayor de Gobierno, por unas horas, en el régimen de Enrique González Pedrero, y hace 25
cuando –me dicen– cuando acompañó a Cuauhtémoc
Cárdenas a pedir al entonces gobernador
Manuel Gurría Ordóñez la amnistía para
el ex líder burócrata Aquiles Magaña
García, preso por robo de agua.
Llegó acompañado de Adán
Augusto López Hernández, gobernador electo, y con él tuvo un desayuno
privado con el actual mandatario Arturo Núñez Jiménez. Seguidamente, con
ellos, encabezó en
el salón Gorostiza, una reunión a la
que acudieron senadores, diputados federales y locales, alcaldes y miembros de
la sociedad civil, entre éstos el obispo Gerardo
de Jesús Rojas. “Fue una reunión plural, en la que coincidimos en impulsar
el desarrollo de Tabasco”, diría más tarde en la rueda de prensa en el salón de
Recepciones.
El tema central del
encuentro fue la política energética del régimen que iniciará el 1° de
diciembre y el papel que jugarán Tabasco y Campeche, para rescatar y reactivar
la industria petrolera. La meta que se impuso es lograr una producción de dos
millones 600 mil barriles hacia el final de su sexenio.
Tabasco jugará un papel decisivo en este cometido,
porque tiene petróleo en su tierra y en sus aguas someras, y se requiere
enmendar la crisis por la caída en la producción del hidrocarburo en el país, destacó
López Obrador, quien subrayó que es urgente extraer petróleo. “Ese plan se va a
realizar a partir de Tabasco y Campeche, porque hay que sacar el hidrocarburo
de esta región del país, porque en el norte es más caro hacerlo… solo se
extraerá lo que se necesita para nuestro consumo interno”, anotó.
De la construcción de la refinería en Dos Bocas,
Paraíso, adelantó que la licitación se lanzará el mismo día en que asuma la Presidencia
de la República, y se prevé tenga un costo de ocho mil millones de dólares. Este
plan de construir la planta para refinar crudo –dijo– va acompañado de la
modernización de las seis refinerías existentes, que actualmente trabajan al 30
por ciento y habrá que rehabilitarlas.
López Obrador indicó que tratará de estar en Tabasco cada mes, para supervisar
en campo los trabajos de perforación de pozos y la
construcción de la refinería,
así como la siembra de miles de árboles maderables.
En el mitin donde compartió el sol inclemente
con miles de asistentes, refrendó su compromiso de emprender el programa de Borrón y Cuenta Nueva para condonar
pasivos de tabasqueños con la CFE. Y señaló a sus paisanos que “de ahora en
adelante” se tendrá que pagar el consumo de energía eléctrica. Habló también de
otorgar becas a 106 mil jóvenes de prepa
y uni que tendrán un apoyo de 800
pesos mensuales, y la contratación como aprendices
de 80 mil 732 jóvenes de 18 a 29 años –los llamados ninis– para que no estén desempleados, con un sueldo mensual de tres
mil 600 pesos.
A los legisladores tabasqueños, los felicitó porque
secundan su política de austeridad al trabajar en la reducción de salarios y
gastos superfluos, además de legislar en reformas importantes, y demandó a los
15 alcaldes emanados de Morena a trabajar con rectitud y responsabilidad en
bien de sus gobernados.
De Adán Augusto López, su correligionario que ganó
la elección en Tabasco el 1° de julio, expresó que será un gobernador de primera. “Me va a tener aquí seguido; voy a ser su
asesor”, bromeó. Y a los tabasqueños que le dieron su voto, les manifestó: “Vengo
a reafirmar los compromisos que hicimos durante la campaña. No les voy a
fallar, paisanas y paisanos… Tabasco será la vanguardia de la transformación”.
Ya sabemos qué hará López Obrador por su tierra y
sus paisanos: la apertura de más pozos para extraer hidrocarburos y la
refinería, la plantación de miles de árboles, el proyecto del Tren Maya que enlazará a la península y
Palenque pasando por Balancán y Tenosique, ahora habrá que ver cómo
aprovechamos esta oportunidad única de tener a un tabasqueño en la Presidencia
de México.
AL
GRANO
¿EL FIN DE Carlos Romero Deschamps?... Aprovechó López Obrador su visita y su
discurso en materia energética, para recomendar a los trabajadores petroleros que
deben sacudirse de caciques que se han enriquecido a costa de ellos y renovar
sus dirigencias sindicales, ahora sí, de manera democrática… Con voto libre y
secreto… ¿Entendería el mensaje la mafia del STPRM?
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