Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Especial para diario Rumbo Nuevo
¡Qué comparezca el
secretario de Seguridad Pública!, fue una exigencia reiterada de legisladores de oposición –PRI, PAN y
Panal, principalmente– y de uno que otro de la nueva corriente política en el
poder –la izquierda progresista, como
se definen PRD, PT y MC– que buscaban respuestas ante el crecimiento en los
índices delictivos que ubican a Tabasco como una de las entidades más inseguras
del país.
A la petición puso oídos
sordos el presidente de la Junta de Coordinación Política del Congreso
local, Rafael Abner Balboa Sánchez,
que nunca accedió a correrle una invitación al general Audomaro Martínez Zapata, para que compareciera, ya sea en el pleno
o en la Comisión de Seguridad Pública, para que expusiera cuáles
eran las estrategias que estaba empleado la SSP para enfrentar la inseguridad
que tienen en zozobra a los tabasqueños.
Y desde su
trinchera, el funcionario se defendía; alegaba que el clima de inseguridad de
que tanto se hablaba no era real, sino una ‘percepción ciudadana’ causada por
lo que a diario publican los medios de comunicación.
Hoy, por la voluntad
del jefe del Ejecutivo estatal, Arturo
Núñez Jiménez, para que la glosa de su Primer
Informe de labores se realizara en sesiones públicas con los secretarios de
su gabinete que determinara el Poder Legislativo, los diputados tuvieron ante
sí al titular de la SSP.
El general
Martínez Zapata acudió no tanto en el tono dicharachero
con que suele responder a los reporteros en ‘entrevistas de banqueta’, pero sí muy accesible a contestar todas
las preguntas.
Desde su
exposición inicial sacó a relucir cifras e información abundante de lo hecho en
la SSP este 2013; de cómo ha invertido los mil 324 millones 27 mil 330 pesos del presupuesto de que dispuso este año, que le permitió renovar el parque
vehicular y dotar de nuevo armamento a sus agentes.
Y también
llegó cargado con una buena caja de argumentos para justificar lo que no se ha
hecho o lo que se le critica con frecuencia en medios de comunicación.
“No vengo aquí a quejarme, ni a justificar lo
injustificable; estoy aquí presentándoles un diagnóstico oportuno de la
problemática actual de la Secretaría y del estado”, dijo el funcionario al
abrir su participación.
Y enseguida argumentó que si las cosas no han funcionado
como se quiere se debe a que por más de 20 años la corporación se mantuvo
estática y desfasada.
“Al llegar a la Secretaría, me encontré con la necesidad
de reorganizar jurídica y administrativamente la dependencia”, expuso. Y afirmó
que “estamos trabajando fuerte para reorientarla”.
Veintiún preguntas aguardaban al titular de la SSP que
llegó a la Cámara de Diputados arropado
por los titulares de las secretarías de Gobierno, César Raúl Ojeda; de Desarrollo Agropecuario, Pedro Jiménez León, y de Obras Públicas, Manuel Ordóñez Galán.
Y a diferencia de lo que le hicieron la víspera al
responsable de la política interna –al que lo retuvieron dos horas escuchando
la lectura de las iniciativas del paquete fiscal 2014–, apenas comenzó la
sesión pública, el Congreso se fue directo a la comparecencia del general
retirado, que habría de durar casi tres horas.
¿Y la percepción? Sostuvo Audomaro Martínez que en
Tabasco no ha habido un incremento en los índices delictivos sino un ‘desplazamiento
natural’ producto de las denuncias que presenta la ciudadanía, lo cual no
ocurría antes por la falta de confianza en las autoridades.
Eso sí, admitió que la ‘percepción grave’ es en materia
de secuestros, sobre lo cual se trabaja con una estrategia definitiva que ya ha
dado resultados: se han resuelto 91 casos de secuestro y 31 homicidios,
logrando la desintegración de 40 células
criminales.
Una piedra en el
zapato del funcionario fue la diputada del Panal, Araceli Quevedo Custodio, quien le expresó que quedaban muchas
dudas relacionadas con el combate a la ola delictiva y a los problemas que
persisten dentro de la SSP.
“Para estar bien afuera, hay que estar bien adentro”, le
remarcó la legisladora, quien le recordó al general Audomaro Martínez que
dentro de su corporación se pagan a cuentagotas
los salarios y prestaciones a los agentes policiacos, y que se gesta un nuevo
paro de uniformados.
El titular de la SSP sacó una lista de la forma en que se
han ido superando las desavenencias del personal: se mejoró el servicio médico,
se proporcionan vales de despensa, se brindan cursos de verano a los hijos de
los trabajadores, se promueven becas de estudio para las esposas e hijos de
policías, y se realizan estudios socioeconómicos para dar pensiones para un
retiro digno.
El general Martínez Zapata no satisfizo muchas de las
interrogantes de los legisladores. Algunos se lo echaron en cara, como Araceli
Quevedo y el priista Carlos Mario de la
Cruz, quien le expuso sus dudas sobre la legalidad de un proceso
licitatorio para la adquisición de uniformes.
El titular de la SSP les aseguró que tiene un plan de
aquí a 2015 para dar mejores resultados, y es que arguyó: “para enderezar el barco se necesita de
tiempo”.
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