Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
¿Se acuerdan del Fobaproa? Un antecedente: En 1990 el gobierno federal creo el Fondo Bancario de Protección al Ahorro
para salvar al sistema bancario
mexicano del colapso ante el retiro masivo de depósitos y el incumplimiento de sus
deudores.
Mucho se cuestionó entonces que ese y otros
mecanismos que le sucedieron, como el Instituto
para la Protección al Ahorro Bancario (IPAB) –a fines de 1998–, no eran más
que estrategias para favorecer a la clase más pudiente del país, a los dueños del dinero, a los mismos de siempre, en detrimento de la
gran mayoría de los mexicanos hundidos en la pobreza.
De principio a fin, el Fobaproa olía a corrupción. Un manto
de impunidad lo cubrió siempre. En septiembre de 1999, el hoy Presidente
electo de México, Andrés Manuel López
Obrador, presentó su libro ‘Fabaproa,
expediente abierto’, de editorial Grijalvo.
La obra del político tabasqueño fue anunciada como ‘retrato de un país de complicidades e impunidad’.
La revista Proceso
comentó en su edición del 11 de septiembre de 1999, que el volumen reseña la
forma “como se fraguó” la decisión del Presidente Ernesto Zedillo de convertir la deuda privada de un grupo de
banqueros y grandes empresarios, en deuda pública, con base “en la red de
complicidades y componendas que existen entre el poder económico y el poder
público”.
Asienta López Obrador que la ‘consigna’ con el Fobaproa fue ‘salvar’ a los grandes y
más influyentes deudores, “sin importar criterios financieros, jurídicos o
morales”. Zedillo –acusa– en vez de fincar responsabilidades y buscar el menor
costo para las finanzas públicas, “optó por la simulación, el engaño e incluso
por la violación constitucional y la ilegalidad”. Según sus proyecciones, hacia
el año 2001 el Fobaproa costaría al
erario un billón 76 mil millones de pesos, que quedaron como ‘deuda clandestina’.
Esta historia de corrupción y dilapidación del
dinero de los mexicanos, para salvar
a los hombres más ricos de México, nos sirve de preámbulo para adentrarnos a un
plan que habrá de poner en marcha López Obrador, una vez que asuma el poder
presidencial, para cumplir un compromiso de campaña que consiste en salvar de la deuda impagable de más de 500 mil tabasqueños que tienen una cartera vencida con CFE que ronda los
siete mil, quizá ocho mil millones de pesos… nada, en comparación con lo que se
fue al embudo del Fobaproa. A ellos pretende ayudar quien
a partir del 1° de diciembre será el primer tabasqueño que gobernará al país
desde Palacio Nacional.
El senador Manuel Bartlett Díaz, quien será el próximo director
general de la Comisión Federal de Electricidad, ya tiene indicaciones del
Presidente electo respecto de este compromiso con sus paisanos. Se trata de
condonar la totalidad de los adeudos de los tabasqueños (consumidores domésticos)
con la CFE, sin importar monto, condición social, ni militancia partidista.
El borrón y cuenta nueva es ‘correcto’ y es un compromiso personal de
López Obrador con Tabasco, dado que se trata de un ‘adeudo histórico impagable’
–data de 1990–, le dijo a Emmanuel
Sibilla, en Telerreportaje, el
viernes 24.
Abundó el ex secretario
de Gobernación y ex mandatario poblado, con raíces tabasqueñas –su padre fue el
ex gobernador de Tabasco, Manuel
Bartlett Bautista, oriundo de Tenosique– que la condonación se dará del 1°
de julio de este año para atrás. El borrón
y cuenta nueva deberá acompañarse de una tarifa eléctrica justa. ‘Justificada’, le llamó Bartlett. Y será para todo el
país.
La
condonación de adeudos a los tabasqueños que son clientes morosos de la CFE genera
reacciones de rechazo en otras latitudes. El director
general del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), Juan Pardinas, opinó sobre los
compromisos del Presidente electo con Tabasco, que “si lo que se quiere es
tener más recursos para gasto público y gasto social, medidas como perdonar
deudas sobre la electricidad, proyectos como una refinería, que no han recibido
el estudio y análisis que amerita, pues sí preocupa”.
Si para Pardiñas medidas como la condonación de pasivos con
CFE son “elementos de despilfarro y privilegio’, habría que preguntarle qué ‘ofende’
más a los mexicanos, si perdonarle a miles de tabasqueños esos adeudos que no
pudieron cubrir por tener la tarifa eléctrica más alta del país, o que el
gobierno federal haya privilegiado con el Fabaproa
a unas cuantas decenas de ricachones
durante más de una década. Esperemos que se dé a conocer a detalle este plan de
condonación; sus reglas de operación y alcances, porque también hay muchos,
muchísimos que sin merecerlo quieren colgarse
de este beneficio, como los que pretenden que les perdonen los adeudos de sus
casas y sus negocios. No hay que ser. Es el primer Fobaproa para los pobres.
AL GRANO
EL EX DIPUTADO federal y ex senador Humberto Hernández Haddad,
será otro tabasqueño que formará parte del gobierno del próximo Presidente de
México… Al ex cónsul general de México
en San Antonio, Texas –uno de los tabasqueños más talentosos–, López Obrador lo
invitó para que sea subsecretario de Turismo… Ya van cuatro; los otros tres,
son: Octavio Romero Oropeza, que
será director general de Pemex; Javier
May Rodríguez, subsecretario de Inclusión Productiva y Desarrollo Rural de
la Secretaría de Bienestar (hoy Sedesol), y Hugo Chávez Ayala, director técnico del Programa de Siembra de Árboles
Frutales de la Secretaría de Bienestar…
A
PROPÓSITO del borrón y cuenta nueva, el delegado nacional de Morena en Tabasco, César Burelo Burelo, precisó que su
partido no está censando ni censará a nadie para ese tema… Esta será
una tarea de la que se encargarán instancias federales a partir del 1° de
diciembre, cuando visitarán casa por casa a los clientes de CFE para conocer su
estatus, indicó el cunduacanense en funciones de dirigente estatal, cuyas
oficinas se ven abarrotadas diariamente por centenares de personas que juran y perjuran que pertenecen a la resistencia civil… Y acotó: no es necesario
afiliarse a Morena para ser beneficiados con el borrón y cuenta nueva…
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