Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Desde el inicio del nuevo régimen morenista –cuyo arranque tendrá dos
momentos legales: 5 de septiembre cuando inicie el primer periodo ordinario de
la 63 Legislatura local y 1° de enero cuando entre en funciones el gobierno de Adán Augusto López Hernández– estarán
aplicándose las medidas de austeridad, cuyo propósito es disponer de más recursos
para aplicarlos a acciones de índole social y productiva. Por ello, desde ahora
se están dando pasos en firme en dos
sentidos: uno, adelgazar el aparato
burocrático, y dos, reducir los emolumentos
de los altos funcionarios, legisladores, magistrados y consejeros de órganos
autónomos, así como regidores de los ayuntamientos.
En la forma en que está distribuido
actualmente el presupuesto estatal no alcanzaría para mucho; si acaso para dar
funcionalidad a los servicios públicos y para cubrir sueldos de la burocracia y
los subsidios a grupos vulnerables establecidos en ley. La obra pública
seguiría limitadísima; alcanzaría cuando mucho para mantenimiento de lo que ya
existe, para que no se caiga.
Fíjese que el presidente del consejo estatal de
Morena, José Eduardo Beltrán Hernández
declaraba ayer que no se explica la crisis que se vive en el estado, porque el
presupuesto ha aumentado. Recordó que cuando trabajó con el gobernador Mario Trujillo García, el gasto
disponible era menor y se pudieron hacer más cosas, como el Periférico de Villahermosa.
En efecto, el presupuesto anda en 50-52 mil
millones de pesos en 2018, con más ceros que en el trujillismo. Habría que aclararle a Chelalo Beltrán que en aquellos tiempos –cuando era priista– la
población del estado andaba en lo que tiene ahora tan sólo la capital
tabasqueña y, por ende, los requerimientos de hoy son mucho mayores y los
recursos disponibles resultan insuficientes hasta para garantizar la cobertura
de los servicios de salud, educación y seguridad pública, principalmente, que
en buena medida se atienden con trabajadores bajo contrato, a los que ya no
alcanza para pagarles… puntualmente.
Ya
hemos expuesto aquí el delicado estado de las finanzas de la entidad y lo que
esgrime el régimen nuñista (caída de
participaciones federales y debacle
petrolera), para justificar la insuficiencia de fondos para cubrir sus
compromisos en este segundo semestre del 2018 y último del sexenio.
Por
tanto, no debe sorprendernos que en su nota emitida ayer la certificadora Moody's de México, redujo las calificaciones del Estado de Tabasco a ‘Ba2’
desde ‘Ba1’, en escala global y deuda
denominada en moneda local, y a ‘A2.mx’
desde ‘A1.mx’, en escala nacional, “reflejando
el déficit financiero mayor al esperado en 2017 y la disminución de la
liquidez, los cuales se espera persistan en el 2018”, según un despacho en el
portal de Reforma.
Como en 2017, la perspectiva de las calificaciones
se mantiene negativa, y ello refleja –según
la calificadora– los desafíos que enfrenta el estado para equilibrar nuevamente
sus resultados financieros e impedir un mayor deterioro de la liquidez, ante un
escenario de estancamiento de la economía local y presiones de gasto.
Moody's anotó que aunque el estado ha
implementado medidas para controlar sus gastos operativos, “la disminución de
los ingresos operativos y el incremento en el gasto de capital han provocado
mayores déficits financieros”.
Estimó que aun cuando el crecimiento de los
ingresos se ha recuperado al primer
semestre, el gasto total también crecerá más y el estado registraría un déficit
financiero de alrededor de 3-4 puntos porcentuales de los ingresos totales en
2018, que es un nivel mayor a lo esperado.
De
no tomarse desde ahora medidas provisorias,
el panorama en 2019 podría seguir igual que hoy: faltará liquidez para cubrir compromisos
de gobierno, y el número régimen acabará haciendo… nada. Por eso, antes de que
se vayan los actuales diputados locales, María Luisa Somellera y Candelaria
Pérez, de la bancada de Morena, y el independiente
Marcos Rosendo Medina, presentaron el
miércoles 23 una iniciativa para modificar el funcionamiento del Congreso del
Estado, a fin de reducir el gasto corriente de este poder. Básicamente
proponen que las comisiones legislativas se reduzcan de 27 a 17. Al hablar
de las medidas de austeridad, la coordinadora de
la próxima bancada de Morena, Beatriz
Milland Pérez puntualizó que la nueva
Legislatura iniciará con el recorte
de dietas, la fusión de comisiones y
la reorganización de las direcciones administrativas. Con esto, los futuros
diputados locales sólo recibirán una dieta
íntegra mensual de 50 mil pesos, y dejarán de percibir 80 mil pesos en combustible,
gastos de difusión y viáticos; además, de los 100 mil 833 pesos que se asignaba
mensualmente a cada uno de los 35 legisladores, el monto se reducirá a 20 mil
pesos, que deberán comprobar.
Habrá
que estar atentos a que el gobernador electo Adán Augusto López haga el anuncio
de las medidas de austeridad específicas para el Poder Ejecutivo; lo que
pretende ahorrar con las mismas y el destino que dará a esos recursos.
AL
GRANO
HABLEMOS DE los alcaldes electos… El
futuro presidente municipal de Centro, Evaristo
Hernández Cruz, sostuvo reuniones con el Colegio de Arquitectos de Tabasco y
con restauranteros del corredor de Paseo
Tabasco, ante quienes habló de sus proyectos para mejorar la imagen urbana
de la capital del Estado, que por cierto han alborotado a muchos…
VAYA REVELACIÓN que hizo la alcaldesa electa de Teapa, Tey Mollinedo Cano, quien declaró que
el actual edil, Jorge Armando Cano Gómez,
percibe mensualmente 199 mil pesos… Ella –dijo la morenista– se recortará el salario en más del 50 por
ciento…
Y
EN CÁRDENAS, el alcalde Armando Beltrán Tenorio manifestó que recibirá un
ayuntamiento con serios problemas financieros y comunidades con un rezago
social, que se han agravado por la disputa por la silla de la presidencia
municipal entre Rafael Acosta León y
Eduardo Fuentes Naranjo, que han
causado “mucho desorden” en dicha demarcación…
No hay comentarios:
Publicar un comentario