Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
A un mes de la elección en que obtuvo
los resultados más catastróficos desde su creación hace tres décadas, el
Partido de la Revolución Democrática entró a un proceso de recuento de daños y a la revisión de su situación económica, para
hacer una prospectiva que les permita orientar, a partir de 2019, su
participación en el espectro político-electoral, convertido en cuarta fuerza
nacional y segunda en el estado, más cerca de la extinción que de recuperar las
posiciones que les arrebató el partido que se llevó casi todo: Morena.
Apenas
este lunes 30 sesionó su Consejo Consultivo
Nacional en la capital del país para hacer un balance postelectoral –se contó
con la participación de sus mandatarios estatales, entre ellos Arturo Núñez Jiménez, y quienes fueron candidatos
a los gobiernos estatales, como Gerardo
Gaudiano Rovirosa–. El tema que abordaron fue cómo reconstruir al partido con miras a las elecciones locales
inmediatas y a las intermedias de 2021, en las que sus estructuras estatales ya
no quieren seguir siendo parte del infructuoso convenio de Por México al Frente, signado con PAN y MC, y con vigencia hasta 2024.
El aún jerarca nacional, Manuel
Granados, planteó que la dirigencias estatales y la militancia tienen que
hacer un diagnóstico de cómo se encuentran como partido en cada entidad y
redefinir cuáles serán las políticas públicas que privilegiarán en aquellos
estados donde todavía gobiernan.
En
Tabasco, luego que se conoció la derrota en casi todas las posiciones en juego –únicamente
ganó la alcaldía de Jonuta–, de parte de cuadros perredistas se profirieron
toda clase de opiniones relacionadas al fracaso en las urnas y cómo deben hacer
frente a la que será su nueva condición
de partido opositor en el estado, ya no a partir del 31 de diciembre cuando se
dé el relevo en la gubernatura, sino desde el 5 de septiembre cuando entre en
funciones la 63 Legislatura local que estará dominada por morenistas.
La primera reacción adversa provino de algunos
candidatos a alcaldías y diputaciones locales, que un par de días después de la
jornada electoral acusaron a su dirigencia estatal de haberlos dejado… morir solos.
En una primera impresión, el presidente estatal
Darvin González Ballina rechazó que
el descalabro haya sido un cobro de
factura como partido gobernante. “Nada que
ver. Si ustedes revisan la votación estamos hablando de casi 30 estados donde Andrés Manuel (López Obrador) ganó las elecciones; es un efecto que tiene que ver con la descomposición social que hay y que,
bueno, a todos les pegó”, sostuvo. (Telerreportaje, 04Jul.2018)
Por cierto, por esa fecha González
Ballina tuvo que admitir que a pesar de que lo
negaron en múltiples ocasiones y de que tuvieron a los mejores candidatos, siempre estuvieron conscientes de la
posibilidad del efecto AMLO en
Tabasco.
Apenas el 6 de mayo,
cuando conmemoraron su 29 aniversario, la dirigencia perredista descartaba que el
partido se encontrara ‘diezmado’ por las bajas
de cuadros y militantes que se fueron a Morena. Dijo entonces el candidato a
senador Juan Manuel Fócil, que pese a las
renuncias, “el PRD está vivo y se está levantando”. El 9 de julio, después del tsunami político, el ahora senador
electo insistió en que hay sol azteca
para rato. “El PRD está vivo mientras lo tengamos en el corazón”, expresó el
líder de la corriente interna ADN.
A mediados del mes que feneció, el
dirigente estatal, tras rechazar que el PRD se “engolosinó”
de poder, manifestó que no será la primera vez que este partido navega contracorriente y sale airoso, y señaló
que su interinato durará hasta que “las bases quieran”. (Rumbo Nuevo, 17Jul.2018)
González Ballina, quien
por segunda ocasión está al frente de ese instituto político –en la vez primera
relevó al presidente fundador Andrés Manuel López Obrador–, subrayó que la
historia del PRD está “cincelada” con derrotas y victorias. De las primeras, dijo,
siempre ha salido en unidad para enfrentar con éxito retos inmediatos. Y confió
que después de este estrepitoso fracaso, el sol
azteca “saldrá más vivo que nunca”.
Como sea, la dirigencia estatal anunció que dejarán la sede que
ocupan desde 2003 ante la falta de prerrogativas en 2019, que les impedirán
pagar una renta superior a los 116 mil pesos mensuales. (Diario de Tabasco, 17Jul.2018)
Los
del PRD quisieron frenar a Morena con
una estrategia de convocar al voto
cruzado y a generar la percepción de que la pelea era de dos. Fue mucho más que eso. Hay muchas cosas que
revisar, corregir, mejorar, porque si todo si hizo bien, si seleccionaron a los
mejores candidatos, si hicieron la
mejor campaña a ras de tierra, ¿por
qué les fue tan mal?
Lo
bueno –nadie podrá negarlo– es que el PRD está
vivo y ninguna derrota, como tampoco las victorias (lo acaban de comprobar)
son para siempre.
AL GRANO
NO PODRÍA ENTENDERSE de otra forma que la
designación del tabasqueño Octavio Romero Oropeza, como próximo director general de Pemex, fue
por su capacidad como administrador y por la confianza que le tiene el
Presidente electo para emprender una limpia
a fondo en la paraestatal, para expulsar todo dejo de corrupción, porque
experto en temas petroleros (exploración, extracción y procesamiento), en
petro-precios y en competir en los mercados internacionales, pues francamente
no lo es… Esperemos que pronto nos estén entregando en charola de plata la cabeza del pernicioso líder sindical Carlos Romero Deschamps… y me
quitaré el sombrero.
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