viernes, 15 de noviembre de 2013

Columna Sin RODEOS: Evaristo y Granier, ¿confabulados?

Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Especial para diario Rumbo Nuevo

¿Será que Evaristo Hernández Cruz, siendo alcalde de la capital tabasqueña se confabuló con funcionarios de la administración granierista para perpetrar uno de los muchos atracos al erario que se cometieron el sexenio pasado?
¿Será que pesa mucho su participación en la contienda para renovar la dirigencia priista en la entidad –que ya entró en su recta final– y con una amenaza judicial y un golpe mediático quieren sacarlo de la jugada?
Eso supusieron no pocos de los que ayer conocieron un comunicado de la Secretaría de la Función Pública (SFP), que dio cuenta de una denuncia ante la PGR por malos manejos de fondos federales para la adquisición de terrenos para la edificación de viviendas para damnificados de las inundaciones del 2007.
El tema hay que revisarlo con lupa, porque pareciera ser parte de una guerra sucia contra Hernández Cruz, que estarían asestándole desde el centro del país para favorecer a su adversario Erubiel Alonso Qué, cuando más bien podría tratarse de una mancha más al tigre de la inmoralidad que hizo de las suyas el sexenio pasado y que es llevado a las instancias penales por la SFP.
Un caso que inicialmente denunció ante la PGR –octubre de 2008–, el senador perredista Adán Augusto López Hernández, por la compra fraudulenta de terrenos para viviendas de damnificados, lo tomó en sus manos la SFP, que le dio seguimiento tanto al proceso de compra-venta amañada, como a los actos posteriores de los involucrados para esconder sus tropelías y gozar de impunidad, lo que de acuerdo a la dependencia federal se prolongó hasta 2011, por lo que en el camino se fueron sumando otros servidores públicos.
Lo que no queda claro es dónde encaja Evaristo Hernández Cruz.
La SFP emitió ayer el comunicado 033/2013 en el que señala que por el presunto delito de coalición de servidores públicos, denunció ante la PGR a cuatro ex directivos de la Comisión Nacional de Vivienda (Conavi) –incluido quien era su director general–; a siete ex funcionarios del gobierno de Tabasco y al ex presidente municipal de Centro, sin dar nombre de ninguno de los coacusados.
Indica que lo anterior se deriva de una investigación en que se acreditó que la Conavi e Invitab suscribieron un convenio de colaboración el 14 de diciembre de 2007, para la adquisición de suelo, urbanización y construcción de dos mil 500 viviendas, en un predio de 51.35 hectáreas, con el propósito de resarcir los daños ocasionados a damnificados de las inundaciones de aquel año.
Abunda que la Conavi acordó aportar 350 millones de pesos y el gobierno del Estado, 38.5 millones, y que, a diez días de haberse firmado el acuerdo, la Conavi realizó la transferencia del dinero a la Secretaría de Finanzas estatal, la cual, a su vez, canalizó los recursos al Invitab hasta agosto de 2008.
El Invitab, con autorización de su Consejo de Administración, adquirió cinco terrenos con una superficie de 169 hectáreas, en 239.4 millones de pesos, “situación que se apartó de los términos pactados de urbanización y construcción de las viviendas”, asienta la SFP.
Agrega que el propio Invitab solicitó al Comité de Obra Pública Federal autorizar la adjudicación directa de la construcción a una inmobiliaria y efectuar el pago con cuatro de los cinco predios adquiridos; dicho organismo federal se declaró incompetente y sugirió recurrir al Consejo de Administración del Invitab, organismo que finalmente autorizó la adjudicación y la forma de pago.
Así, el Invitab y la empresa constructora firmaron el acuerdo mediante el cual la inmobiliaria se comprometía finalmente a construir solamente mil 338 viviendas.
El comunicado de la Función Pública puntualiza que “en 2011, al no haberse cumplido el convenio original, los funcionarios involucrados, tanto federales como estatales, signaron un nuevo documento de transacción, para convalidar las diversas irregularidades en su desempeño, pese a que en enero del mismo año, la Conavi solicitó al Invitab el reintegro de los recursos federales y sus cargas financieras”.
Por ello –se precisa–, el área jurídica de la SFP denunció penalmente a cuatro funcionarios de la Conavi; a los secretarios de Finanzas, José Sáiz Pineda; de Asentamientos y Obras Públicas, Héctor López Peralta (en su calidad de presidente del consejo de administración de Invitab) y de Contraloría, Roger Pérez Évoli; al titular del Invitab, Ariel Cetina Bertruy y a su sucesora, Thelma Mabel Zurita Ojeda, y el subsecretario de Desarrollo Urbano y Ordenamiento Territorial de SAOP, Salvador Cerna Gil, “así como en contra del expresidente municipal del Ayuntamiento de Centro de Tabasco”.
El comunicado de la SFP no precisa cuál de los dos ex alcaldes capitalinos que cubrieron el periodo sexenal 2007-2012, fue el merecedor de su denuncia: si Evaristo Hernández, quien estaba en funciones cuando se compraron los terrenos (2008), o Jesús Alí de la Torre, quien estaba al frente del ayuntamiento (2011) cuando los funcionarios federales y estatales implicados trataron de encubrir su irregularidades.
La información de la SFP es imprecisa,  ambigua en cuánto al ex alcalde implicado, y se presta a la manipulación; debió decir a quién se refiere y cuál fue su participación en las presuntas actividades ilícitas.
No vemos a un Evaristo Hernández confabulándose con funcionarios estatales para cometer actos deshonestos, cuando todo mundo sabe que en los tres años que estuvo de alcalde no fue tomado en cuenta por el régimen granierista. Siempre se le ignoró.
Por eso la aparición de dicho comunicado a tres días de la elección interna del PRI parece, más bien, un juego sucio para enturbiar el proceso interno y tratar de descarrilar a Hernández Cruz, quien ayer mismo dijo en su defensa: “En Centro nunca manejamos ni un solo centavo” de ese dinero.

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