jueves, 7 de noviembre de 2013

Columna Sin RODEOS: La cara democracia tabasqueña

Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Especial para diario Rumbo Nuevo

Otra mancha más al tigre: ¿Sabía usted que el costo del voto en Tabasco es el más alto del país? Representa más del doble del promedio nacional. Y ello obedece a los exorbitantes presupuestos que anualmente se asignan en el Congreso local –aunque no sea ‘año electoral’– tanto al Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPCT) como al Tribunal Electoral de Tabasco (TET).
Se trata de dinero del pueblo que, sin criterios de austeridad, se dilapida en prerrogativas a partidos políticos; en programas y campañas de capacitación y concientización ciudadana cuyos resultados nadie percibe; en elevadísimos salarios de consejeros, magistrados y funcionarios de dichos órganos que nadie regula; en la adquisición y alquiler de vehículos; en el arrendamiento de inmuebles, pese a que se posee un edificio propio en el caso del IEPCT; en gastos de representación que incluyen alimentos, combustibles y planes de telefonía celular, y otros etcéteras por los que no rinden cuentas claras.
Este derroche no es exclusivo de nuestro estado, pero hay que destacar que en este rubro nadie nos gana. Y no es una consideración personal. Veamos porqué: la empresa ‘Integralia’, que encabeza el ex presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, elaboró el estudio ‘Costo presupuestal de la democracia electoral en México 2000-2012’, el cual arrojó datos interesantes que publicó ayer Excélsior.
Dicho estudio, patrocinado por el Centro de Estudios Espinosa Yglesias’ revela que pese a que uno de los objetivos de la Reforma Electoral de 2007 era reducir el costo presupuestal de los partidos, las campañas y la organización de los comicios en el país, éste se ha incrementado 8.6 por ciento en el último sexenio, sobre todo en el ámbito estatal. Y en Tabasco más que en ninguna otra entidad.
Veamos cuánto cuesta en este país organizar contiendas para elegir a nuestros gobernantes y legisladores. Precisa el estudio que sumandos los ámbitos federal y estatal, el presupuesto público destinado a financiar la democracia electoral pasó de 24 mil 974 millones de pesos en 2006, a 27 mil 128 millones en 2012, esto es, creció 8.6 por ciento en seis años… A escala federal el incremento fue mínimo: pasó de 16 mil 905 millones de pesos a 17 mil 452 millones, un aumento de 3.2 por ciento… Y en el ámbito estatal fue más significativo, pues pasó de ocho mil 69 millones en 2006, a nueve mil 675 millones de pesos en 2012, o sea, creció 20 por ciento.
Respecto a los órganos electorales, el informe señala que el presupuesto del IFE disminuyó 1.7 por ciento, al pasar de nueve mil 984 millones de pesos en 2006, a nueve mil 811 millones en 2012. En tanto, el presupuesto de los 32 institutos estatales pasó de cuatro mil 929 millones de pesos en 2006, a cinco mil 816 millones en 2012, es decir, subió 18 por ciento.
Por favor lea lo que sigue: “Entre los institutos estatales hay una enorme variación del costo de organizar las elecciones por votante inscrito en el padrón: mientras en Nayarit el costo es de 52 pesos, en Tabasco es de 222 pesos. Los institutos con mayor costo por votante son: Tabasco, Campeche, Distrito Federal, Tlaxcala y Yucatán”, revela el informe de ‘Integralia’.
Veo las cifras y encuentro que con excepción de Tabasco y Campeche, en ningún otro estado el voto cuesta arriba de 200 pesos. A los tabasqueños nos sale en 222.42 pesos cada sufragio depositado en las urnas, en tanto que a los campechanos 216.57. Le sigue DF con 169.55 pesos. De nuestros vecinos, en Yucatán el voto cuesta 160.88; Quintana Roo, 151.80; Oaxaca, 108.88; Chiapas, 65.09, y Veracruz, 64.96 pesos. El promedio nacional de los votos estatales anda en los 108.75 pesos.
El estudio arroja otros números que no deben pasar desapercibidos, para que usted sepa en qué se gastan su dinero. En materia de partidos políticos ocurre un fenómeno similar al del costo de operación de los institutos electorales. Las prerrogativas de los partidos en el ámbito federal se contrajeron 4.7 por ciento: pasaron de cinco mil 393 millones de pesos en 2006, a cinco mil 142 millones en 2012. En contraste, el presupuesto destinado en el ámbito estatal a los partidos aumentó 10.4 por ciento, al pasar de dos mil 492 millones de pesos hace seis años a dos mil 750 millones en 2012.
Tal vez esto explica por qué en Tabasco ningún partido objeta las prerrogativas que les otorgan, y sus legisladores siguen asignándole cada vez presupuestos mayores al IEPCT y al TET.
En cuanto a tribunales electorales, el presupuesto del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF) aumentó 75 por ciento, al pasar de mil 353 millones de pesos en 2006, a dos mil 368 millones en 2012. El costo de los 32 tribunales locales creció casi en la misma proporción: en 71 por ciento, al pasar de 648 millones en 2006, a mil 110 millones de pesos en 2012, según el informe sobre el sistema electoral mexicano.
¿De qué nos servirá que se mantengan el IEPCT y TET si, como corroboramos además de onerosos, no son confiables?
La alternancia en Tabasco no se dio porque estos órganos la garantizaran. Fue el voto ciudadano, la exigencia de cambio lo que permitió sacar al PRI de la Quinta Grijalva. Fue tan evidente el hartazgo por los malos gobiernos y el rechazo a la propuesta presentada por el tricolor que las viejas prácticas para alterar el sentido del voto pasaron a segundo término, y eso no se lo debemos a los consejeros electorales, ni a los magistrados del TET.
En fin, a ver con qué nos salen los legisladores federales que son los que decidirán en qué convertirán al IFE ahora que mute a Instituto Nacional Electoral (INE).

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