Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Especial para diario Rumbo Nuevo
Si usted se imagina que Héctor López Peralta, Beatriz Luque Green, Clisceria Rodríguez Alvarado, Amílcar Sala Villanueva, o cualquiera
de los funcionarios del primer círculo
de Andrés Granier Melo que hayan
sido señalados como copartícipes en el saqueo más grande al erario de Tabasco,
le aguarda la cárcel, está equivocado. La razón es muy sencilla: O las actuales
autoridades estatales no pueden fincarles responsabilidades o, de plano, no hay
intención de castigarlos por las trapacerías cometidas.
Hace
un mes supimos que 15 ex colaboradores del ex gobernador fueron citados a
comparecer ante la Procuraduría General de Justicia (PGJ), pero fue con
relación a los desvíos de recursos federales etiquetados para salud, educación y seguridad pública que ‘desaparecieron’ de la Secretaría de
Finanzas en 2012. Y ninguno de ellos se quedó a hacerle compañía al ex secretario
de Finanzas, José Manuel Sáiz Pineda
en el Creset.
El que los
auténticos ‘peces gordos’ del granierato vayan a seguir, quitados de
la pena, disfrutando de sus fortunas mal habidas, no quiere decir que no habrá ‘chivos expiatorios’. Los hay y son tantos
como para sobresaturar el Creset… Sólo que son ‘peces chicos’, del tamaño del ‘topén’.
La secretaria de
Contraloría del estado, Martha Patricia
Jiménez Oropeza, tendrá que explicar por qué su acción indagatoria del
saqueo que escandalizó a México y al mundo y dejó en bancarrota a Tabasco, sólo
llegó a funcionarios de nivel medio para abajo.
Ningún
secretario del gabinete de Andrés Granier ha sido tocado, ‘ni con el pétalo de una rosa’, por la responsable de las auditorías
al desempeño de la última administración priista en Tabasco. Eso sí, en su
lista de presuntos culpables hay 700 ex funcionarios menores contra los que ha
emprendido procedimientos administrativos y penales.
Y es que al
grupo de auditores que trabaja bajo sus órdenes, los ha entretenido estos nueve
meses en la revisión de las actas de entrega-recepción, de los ‘libros blancos’ de inventarios, más no
se ha ido al fondo del asunto: a indagar los desvíos de recursos, la mala
calidad de obras, los trabajos de rehabilitación que nunca se hicieron y sí se
pagaron, y los sobreprecios de la mayoría de las acciones ejecutadas en el
gobierno anterior.
Los principales
inculpados del saqueo al erario durante el granierato
no serán, entonces, quienes fueron secretarios de despacho ni titulares de
organismo estatales, sino de directores administrativos para abajo; hasta ‘chalanes’ fueron implicados.
Entre éstos ya
existe pavor. Saben que ellos pagarán los
platos rotos, mientras que los verdaderos ‘delincuentes de cuello blanco’ podrán ‘salvar su pellejo’ y seguir disfrutando
de su libertad y de sus fortunas que acrecentaron desde los cargos públicos.
A estos funcionarios
menores ya los están llamando a cuentas…
Uno a uno, los 700 fueron citados a comparecer ante el órgano de control interno
que dirige Patricia Jiménez, para que expliquen presuntas irregularidades que,
desde su punto de vista, fundamentan sanciones de tipo administrativo y hasta
penal.
Uno de los
primeros funcionarios contra los que cayó la ‘ira’ de la contralora del ‘cambio verdadero’, fue la ex directora
administrativa de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Gloria Angélica Pérez Hidalgo, quien
fue inhabilitada por dos años y tendrá que pagar una multa de 300 mil pesos,
por ‘irregularidades’ que no pudo solventar. Y como ella hay otros 699, o más
ex funcionarios de nivel medio.
Y van a
contrarreloj. Prometieron que antes de fin de año se verían resultados de las
auditorías, de las indagatorias que se abrieron para esclarecer el saqueo al
patrimonio de los tabasqueños y proceder a sancionar a los presuntos
responsables. El tiempo se acaba, se le acaba a la contralora Jiménez Oropeza…
A ver si no nos sale con otra acción tan ridícula como la que le aplicó al
director de la Policía Estatal de Caminos, Sergio
Guerra Pérez, por regalar indebidamente licencias de conducir.
Si no caerán más
‘peces gordos’, nos conformaremos por saber que seguirán un buen tiempo en la
cárcel José Sáiz y su ex jefe, Andrés
Granier, aunque al ex gobernador sus abogados ya
le buscan, con el pretexto de su enfermedad, la forma de sacarlo del penal de
Tepepan y llevarlo a un encierro domiciliario o a una clínica particular. Y es
que cada vez que se entera que de una nueva línea de investigación, que le ‘congelaron’
más cuentas, que le expropiaron propiedades, que ya liberaron la orden de
aprehensión contra ‘Fabiancito’, le da el soponcio.
DE MI BLOG:
No hay comentarios:
Publicar un comentario