Por Fernando Hernández Gómez
fdohernandezg@hotmail.com
Especial para diario Rumbo Nuevo
¿Qué
desenlace tendrá el movimiento de resistencia
civil iniciado por Andrés Manuel
López Obrador hace casi dos décadas, con miles de consumidores con deudas
‘impagables’ o ‘incobrables’ para la Comisión Federal de Electricidad, y que
tiene al PRD y a Morena disputándose
la nómina de los usuarios morosos de la CFE, pues ven en ella una veta para su voto duro en elecciones?
¿Concederá
el gobierno federal el ‘borrón y cuenta
nueva’ que ha exigido siempre la llamada izquierda tabasqueña? ¿Y qué hay
de la demanda por una tarifa eléctrica justa para Tabasco, por la que han clamado
tanto perredistas como priistas en vísperas de contiendas electorales?
Esas
interrogantes no tienen respuesta todavía. No mientras el Presidente Enrique Peña Nieto no consiga que en el
Congreso de la Unión se apruebe su propuesta de Reforma Energética.
Sin embargo,
el líder del Congreso local, Rafael
Abner Balboa, con tal de quitarse de
encima a reporteros que mañana, tarde y noche le preguntan qué hizo con los
30 millones de pesos con que amplió su propuesto de este año y para qué quiere
40 millones más en su partida de 2014, salió con que “muy pronto se esperan
anuncios importantes para que Tabasco tenga tarifas justas y se concluya el
adeudo histórico por resistencia civil
que se tiene con la CFE”.
Y mientras
la CFE realiza en todo el estado cambios de medidores, remplazando a los que
son tipo reloj por digitales, a fin
de cobrar lo más que se pueda y nadie se quede sin pagar su consumo, el también
jefe de la bancada perredista casi ‘suelta la sopa’ y quita a Arturo Núñez Jiménez la primicia de que
ya estaría próxima la condonación de adeudos.
“Es un tema
que el señor gobernador va a anunciar en su Informe
de Gobierno posiblemente, pero es una cosa muy importante que va a
beneficiar mucho a la gente de Tabasco. Es una cosa que comprometió en campaña;
no está al 100 por ciento, pero lleva avance enorme”, expresó el legislador
teapaneco.
Si bien ha
sido el PRD –su partido– el que siempre ha machacado
con el ‘borrón y cuenta nueva’ en los
pasivos con la CFE, el tema no es propio del presidente de la JCP del Congreso
local.
Las
negociaciones con el gobierno federal –léase secretarías de Energía y de
Hacienda, y CFE– las realiza
directamente el secretario de Finanzas, Víctor
Lamoyi Bocanegra y el seguimiento lo lleva Ariel Córdova Wilson, director de Energía de Sernapam, quien
también preside el Consejo Consultivo
Eléctrico del Estado de Tabasco.
La última
vez que se reunió dicho consejo fue el 4 de septiembre. Fue para anunciar las
inversiones sexenales de CFE en la entidad, por dos mil 108 millones de pesos, para
obras de infraestructura, e informar del programa
de ahorro de energía, para que consumidores, incluidos empresarios y
gobierno, paguen menos por el consumo; tan sólo la administración estatal erogó
en 2012, 429 millones 373 mil 708 pesos por la luz que gastan sus dependencias.
Nada se dijo de condonar deudas, ni de tarifas nuevas.
Y lo que son
las cosas, Núñez no habla de la resistencia
civil contra la CFE desde el 17 de abril cuando acudió a una entrevista a Telerreportaje, donde informó que ya
había hablado con el director de dicha paraestatal, Francisco Rojas y con el titular de Hacienda, Luis Videgaray, sobre el ‘no pago’ y el famoso adeudo de 800 millones de pesos por el Acuerdo Compensatorio –¿se acuerdan?–
que dejó sin cubrir su antecesor Andrés
Granier Melo.
“Para muchos deudores –expresó el gobernador– se ha
acumulado una deuda impagable. Hay muchos tabasqueños que difícilmente van a
pagar esa cantidad. Si para el deudor es impagable, para CFE es incobrable”. Y
cerró el tema con estas palabras: “Vamos a ver a qué solución llegamos. Debe
haber voluntad de Hacienda, de CFE y gobierno del estado”.
Habrá que ver si el jefe del Ejecutivo estatal corrobora lo
dicho por el líder del Congreso local. No importa que esperemos hasta que dé su
I Informe. Si aún no hay nada firme, habrá que insistir. La CFE no se pone la mano en el
corazón sino en el bolsillo, para seguir sangrando a los tabasqueños, que pagan
las tarifas eléctricas más caras y tienen las menores percepciones salariales.
Tampoco debe
quitarse el ‘dedo del renglón’ en la exigencia de una tarifa eléctrica justa
para Tabasco. Si esto no se logra, el ‘borrón
y cuenta nueva’ sería en vano.
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